Cuatro años de cárcel al diputado de UM del que pende la estabilidad del Gobierno balear

La condena por corrupción a cuatro años y medio de cárcel y ocho de inhabilitación para el diputado bisagra del Parlamento de Baleares, Tomeu Vicens, elegido por Unió Mallorquina (UM), desató ayer un huracán político sobre el futuro del pacto autonómico de centro izquierda PSOE-UM-Bloc. El Ejecutivo de Francesc Antich se siente seguro y dispuesto a gobernar en minoría, frente a un PP que dice que no se aliará con Vicens en una moción de censura. Pero el condenado castigó ayer al Gobierno y voto contra la ratificación de un decreto urbanístico.

El Tribunal Superior de Justicia de Baleares asegura en su sentencia que Vicens, al gastar 12.020 euros de dinero público en un informe inútil que encomendó a su contable particular, efectuó "un consciente uso torticero del cargo público para servicio exclusivo de fines particulares, un ejercicio de poder claramente arbitrario y por ende delictivo". El ex secretario general de UM es considerado autor de los delitos de malversación de caudales públicos y prevaricación. El trabajo que efectuó su amigo y asesor fiscal privado fue de "nulo valor" y plagiado, según el tribunal. El contable confesó que le facilitó a Vicens facturas falsas para evadir impuestos en sus negocios.

El ex consejero dijo a su contable cómo copiar un informe y le pagó 12.000 euros

El informe, sobre el valor del suelo, fue copiado de Internet y vertido del castellano al catalán en un traductor automático on line. Vicens gastó en él 12.020 euros del Consell de Mallorca cuando era consejero de Ordenación del Territorio, en la etapa de mandato PP-UM (2003-2007). Por "cómplice" se condena también a otro ex secretario general de UM, Damià Nicolau, ex director del Territorio, que afronta una pena de dos años y tres meses de cárcel e inhabilitación de cuatro años. Tomás Martín, el contable de Vicens, retornó el dinero y ha sido condenado a 18 meses de multa, a ocho euros por día.

El Gobierno balear PSOE-UM-Bloc (PSM-IU-Verds-Esquerra) Eivissa pel Canvi, que encabeza el socialista Francesc Antich, basa su mayoría en el voto de Vicens. Un portavoz de Antich aseguró anoche que el Ejecutivo se considera tranquilo y fuerte tras aprobar los presupuestos de 2010, dispuesto a intentar gobernar en minoría. No se contemplan las elecciones anticipadas.

Vicens, suspendido de militancia por UM y pendiente de cuatro juicios más por supuesta corrupción, quiere seguir en su escaño: "No me planteo dimitir y recurriré para defender mi inocencia". El PSOE no quiere contar con su voto y le reclama que, "por favor", renuncie al acta. El Bloc insistió en el mismo sentido "por su dignidad y la de la Cámara".

El condenado no está sujeto a la disciplina de UM y puede ser titular del escaño mientras la condena no sea firme. Por ello no se le puede imponer el código ético y por la dignidad y la transparencia que aprobó el pacto de Baleares semanas atrás intentar atajar la contaminación política por los casos de corrupción.

El PP (grupo al que le falta un voto para la mayoría porque tiene 29 de los 59 diputados) subrayó que no articulará una moción de censura con "el voto de la corrupción" e invitó a Antich a que presente una moción de confianza o dimita, ya que su falta de mayoría le impide aprobar proyectos.