Zapatero asume la responsabilidad en la crisis del AVE a Barcelona

José Luis Rodríguez Zapatero se ha puesto al frente de la gestión de la crisis ferroviaria de Barcelona, ha asumido el control de las obras del AVE y ha dejado en un segundo plano al Ministerio de Fomento.

El presidente del Gobierno, sin la titular de Fomento, Magdalena Álvarez, visitó ayer L'Hospitalet de Llobregat, el epicentro de los problemas de las obras del AVE en Cataluña. "Las obras las encargó el Gobierno de España y los problemas que puedan surgir son responsabilidad del Gobierno", resumió Zapatero.

Un nuevo socavón apareció en las obras horas antes de la visita de Zapatero

A partir de ahora, la coordinación de los trabajos para reanudar el servicio de los trenes de Cercanías pasará por sus manos y las de sus más directos colaboradores. El presidente asumió las peticiones de la Generalitat y de 17 alcaldes de la zona de Barcelona, con los que también se reunió ayer. "La prioridad será la seguridad, Cercanías y, en tercer lugar, el AVE", dijo.

Un nuevo socavón, el séptimo en dos semanas, apareció en las obras horas antes de la visita de Zapatero. Ocurrió muy cerca de donde el presidente se reunió con los alcaldes. El agujero, de más de un metro de diámetro y que requirió de varias cubas de hormigón para ser rellenado, no fue citado por Zapatero en su intervención ante los periodistas. También ADIF le restó importancia. "Es lo mismo que ha ocurrido en días anteriores", dijo un portavoz de la empresa pública. El tramo afectado, por donde pasan dos de las seis líneas de Cercanías de Cataluña, ya fue cortado hace siete días.

El presidente quiso tapar grietas políticas en su visita relámpago. Y no sólo las del Gobierno. Los socialistas catalanes temen un castigo en las urnas precisamente en su granero de votos del Baix Llobregat.

El presidente no tuvo que escuchar grandes reproches por parte de los vecinos. La visita fue por sorpresa, como si de una zona de conflicto se tratara. El presidente recorrió el tramo del AVE que en los últimos días ha registrado media docena de socavones. Lo acompañaron el presidente de la Generalitat, José Montilla; el alcalde de l'Hospitalet, Celestino Corbacho, y los presidentes de ADIF, Antonio González, y de la constructora OHL, Juan Miguel Villar Mir. "Las obras son muy complejas, hay más de 3.000 personas trabajando", recordó Zapatero. El presidente del Gobierno es el primer político de fuera de Cataluña que se acerca a las obras del AVE tras los hundimientos.

Tras la visita, Zapatero negó que vaya a destituir a la ministra de Fomento. "En la situación actual no hay prevista ninguna decisión al respecto, ni la va a haber". Ningún responsable de Fomento acompañó a Zapatero en L'Hospitalet.

"La ministra se encuentra en Sevilla", explicaron fuentes de Fomento. Tampoco acudió el secretario de Estado de Infraestructuras, Víctor Morlán, que sigue día a día y desde Barcelona el estado de las obras. Morlán se encontraba ayer en Huesca por asuntos personales.

"Nadie se ha entristecido por la ausencia de Álvarez", afirmaron fuentes del Gobierno catalán. La Generalitat entiende que tanto Álvarez como Morlán han perdido la confianza del presidente del Gobierno y su credibilidad ante los catalanes y que, sobre todo ella, cuanto menos viaje a Cataluña, mejor.

Los alcaldes que se reunieron con Zapatero, socialistas en su mayor parte, exigieron diligencia al presidente. Rechazaron de plano la propuesta de Fomento para que el tren de alta velocidad se quede en la estación de El Prat, mientras no pueda llegar a Sants. "Cercanías no puede asumir el excedente de pasaje que el AVE dejaría allí", resumió el alcalde de El Prat, Lluís Tejedor, quien sostiene que los accesos a la estación no están listos.