El Rey, sobre el 'caso Urdangarin': "La justicia es igual para todos"
Don Juan Carlos pide "ejemplaridad" a las instituciones y se muestra preocupado por la repercusión sobre la Corona - Fin de ETA: "Deben entregar sus armas asesinas"
El rey Juan Carlos admitió el sábado en su 36º discurso navideño la enorme preocupación que siente ante el daño que el caso Urdangarin hace a la imagen de la Monarquía española. El yerno del Rey y esposo de la infanta Cristina está envuelto en una investigación judicial por supuesta apropiación indebida de fondos públicos (varios millones de euros entre 2004 y 2006) y fraude a la Administración por parte de sus empresas. Don Juan Carlos aprovechó su intervención televisada para recordar que "la justicia es igual para todos" y que "las conductas censurables deben ser sancionadas".
"Me preocupa enormemente la desconfianza que parece extenderse en algunos sectores de la opinión pública respecto a la credibilidad y prestigio de algunas de nuestras instituciones", afirmó el jefe del Estado. "Necesitamos rigor, seriedad y ejemplaridad en todos los sentidos. Todos, sobre todo las personas con responsabilidades públicas, tenemos el deber de observar un comportamiento adecuado, un comportamiento ejemplar".
Por primera vez, los duques de Palma no cenaron con los Reyes en Nochebuena
El Rey comprende el malestar social que generan escándalos de corrupción como el que afecta a su yerno, aunque no lo citó directamente: "Cuando se producen conductas irregulares que no se ajustan a la legalidad o la ética es natural que la sociedad reaccione", dijo. Y, ante esa circunstancia, don Juan Carlos reivindicó la aplicación de la ley: "Afortunadamente, vivimos en un Estado de derecho, y cualquier actuación censurable deberá ser juzgada y sancionada con arreglo a la ley. La justicia es igual para todos".
La infanta Cristina y Urdangarin, se han quedado en EE UU estos días, rompiendo así por primera vez una tradición que iniciaron al casarse hace 14 años de pasar la Nochebuena con la familia real en Madrid, informa Mábel Galaz. Para el día 31 también habrá cambios: la Reina tiene previsto viajar a Washington y pasar en casa de los duques de Palma el fin de año. Es probable que acuda acompañada de la infanta Elena. La Casa del Rey apartó el pasado día 12 a Urdangarin de los actos de la familia real y dejó en un "ya se verá" la situación de la infanta Cristina.
Don Juan Carlos arrancó su discurso con la principal preocupación de los españoles: la crisis y el paro. Además de situar como prioridad absoluta la lucha contra el desempleo, pidió a los "ciudadanos, instituciones y Administraciones" que "vuelquen sus mejores esfuerzos y energías en apoyo de los desempleados y de sus familias". El camino de la recuperación económica, dijo, "no será corto ni fácil", y requerirá "sacrificios". El Rey señaló también "la naturaleza global" de la crisis y señaló la necesidad de afrontarla en el marco de la Unión Europea.
Para ETA, que anunció el "cese definitivo" de su actividad armada el pasado 20 de octubre, reservó un mensaje contundente: "Ahora ya es tiempo de que los terroristas entreguen sus armas asesinas y desaparezcan para siempre de nuestras vidas".
En el "nuevo escenario" tras las elecciones del 20-N, don Juan Carlos comprometió "todos sus esfuerzos en favor de una convivencia integradora". Y concluyó con un emplazamiento: "Estemos unidos, España lo merece y lo necesita".
Las frases del discurso
- "Lucha contra el paro, máxima prioridad". "Si tuviéramos que destacar la máxima prioridad creo que ninguno dudaríamos en señalar la lucha contra el desempleo".
- "Que ETA entregue sus armas". "Ahora es ya tiempo de que los terroristas entreguen sus armas asesinas y desaparezcan".
- "Necesitamos ejemplaridad". "Necesitamos rigor, seriedad y ejemplaridad en todos los sentidos. Todos, sobre todo las personas con responsabilidades públicas, tenemos el deber de observar un comportamiento adecuado, un comportamiento ejemplar".
- "La justicia es igual para todos". "Cuando se producen conductas irregulares que no se ajustan a la legalidad o a la ética, es natural que la sociedad reaccione. Afortunadamente, vivimos en un Estado de derecho, y cualquier actuación censurable deberá ser juzgada y sancionada con arreglo a la ley. La justicia es igual para todos. No debemos, sin embargo, generalizar los comportamientos individuales, so pena de cometer una gran injusticia".
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