Rajoy rompe amarras: "Aznar ya no está"
El líder del PP se desmarca por primera vez en público de su mentor - Aguirre apela a sus votos: "Soy un verso que rima con la inmensa mayoría de nuestros votantes"
José María Aznar lo ha sido todo en el PP, pero cada día tiene menos apoyos dentro de su partido. Su actuación durante el fin de semana, con un discurso durísimo y varios desplantes a Mariano Rajoy, sobre todo el de no quedarse a escucharle y desaparecer cuando había que votarle, ha sentado mal no sólo entre los marianistas, también entre dirigentes más neutrales. Incluso algunos de los críticos con Rajoy, consultados por EL PAÍS, reprochan al presidente de honor que no realizara hace dos meses un discurso como el del sábado. Entonces su entrada en liza podría haber facilitado una candidatura alternativa que nunca llegó a nacer.
Hace un mes era imposible encontrar una crítica pública a Aznar; ahora aparecen voces como las del ex ministro Jesús Posada, que ayer insistió en que su discurso fue "impropio de un presidente de honor"; o Carlos Fabra, hombre fuerte de Castellón (e imputado por tráfico de influencias), quien dijo que en esa alocución, llena de reproches indirectos a Rajoy, hubo "cosas innecesarias". "Es una pena que Aznar, en sus ocho años de gobierno, no fuera siempre consecuente con lo que dijo tan elocuentemente en el congreso. Él también pecó de los que nos advirtió que no hay que hacer", apuntó por su parte el eurodiputado Alejo Vidal-Quadras.
El sector crítico lamenta que el ex presidente Aznar no les apoyase antes
El líder del PP es consciente de que Aznar, después del fin de semana que ha significado la muerte política de casi todos los aznaristas salvo el propio Rajoy, ya no es lo que era. Y ayer decidió romper amarras aún más claramente. En una entrevista en Onda Cero, preguntado por el discurso de su antecesor, declaró: "Estamos en otro momento. Aznar no está en política, España ha cambiado y los problemas que tenemos encima de la mesa no son los mismos que cuando nosotros estábamos gobernando". Rajoy y Aznar coinciden hoy en el patronato de FAES y el 13 julio clausuran el campus de la fundación de Aznar.
Varios diputados marianistas coinciden en que la actitud de Aznar durante el cónclave -llegó tarde los dos días y saludó con displicencia al líder- ha servido para dos cosas. Por un lado, deteriorar su imagen entre los cuadros medios. Por otra, dejar muy claro que, aunque en la sombra, su figura era fundamental como inspiradora del bloque crítico.
Para ello ofrecen un dato confirmado ayer por este diario. El sábado Aznar cenó en Valencia con Jaime Mayor Oreja, un dirigente que llegó a estar en la terna para la sucesión, padre político de María San Gil y que ha protagonizado el ataque más duro contra Rajoy. Con ellos estaba Javier Fernández Lasquetty, consejero de Inmigración de Madrid y hombre de confianza de Esperanza Aguirre. Ésta, a su vez, cenaba en otro restaurante con Ángel Acebes.
Aguirre se ha erigido en líder de la oposición a Rajoy. Ayer lo dejó muy claro con su habitual tono irónico. Si el día anterior había dicho que ahora es ella el "verso suelto del PP", admitiendo su derrota, ayer corrigió con una carga de profundidad: "Fue una ironía y una broma, aunque personalmente pienso que soy un verso que rima con la inmensa mayoría de los votantes del PP". Añadió que ella no se presentaba y que sí lo hará al congreso regional, donde espera demostrar su poder frente a Alberto Ruiz-Gallardón.
Mientras, la nueva secretaria general, María Dolores de Cospedal, tomó posesión del despacho de Acebes y desde allí lidiará ya con una crisis: la de Cataluña. Fuentes del PP catalán aseguran que Rajoy impondrá una candidatura unitaria encabezada por Daniel Sirera, obligado a ponerse de acuerdo con Alberto Fernández, informa Josep Garriga. Alicia Sánchez Camacho está en la quiniela como secretaria general.
Acebes ejercerá de abogado sin dejar el escaño
La vida sigue. Tras el congreso que ha cerrado una época en el PP, Mariano Rajoy y Javier Arenas son los únicos ex ministros de José María Aznar que sobreviven en la cúpula del partido. Allí están una decena de personas entre las que se coloca por primera vez Alberto Ruiz-Gallardón, que nunca estuvo en el Gobierno de Aznar. Y una de las preguntas que más se repite internamente es: "¿Qué será de los que se han quedado fuera?"Ángel Acebes, el más conocido, no seguirá, al menos de momento, el camino de Eduardo Zaplana, que dejó la política para fichar por Telefónica. Acebes optará, según personas de su entorno, por abrir un despacho y recuperar su profesión de abogado, que apenas ejerció de joven -fue alcalde de Ávila y ha dedicado su vida al partido-. Pero no dejará el escaño.La ley permite a los diputados tener despachos profesionales siempre que los asuntos que traten no tengan que ver con las leyes que se discuten en el Congreso. Muchos diputados mantienen despachos de abogado. José María Michavila, por ejemplo, trabaja para la cantante Shakira. El sueldo de un parlamentario de base en España, de los más bajos de Europa, ronda los 4.000 euros brutos mensuales.Acebes será diputado raso y no ha aceptado la vicepresidencia de la Cámara que le ofreció Rajoy. Sin complemento del partido, el ex secretario general ha decidido apostar por la actividad privada siempre que sea compatible con su puesto de diputado por Ávila. Se dedicará sobre todo a realizar preguntas parlamentarias sobre la provincia.Otras personas que dejan la dirección, como Juan Costa, Carlos Aragonés o Gabriel Elorriaga, muy críticos con Rajoy, tampoco tienen intención de abandonar el Congreso. El presidente del PP tendrá así a la oposición muy cerca. Elorriaga es portavoz en la Comisión de Ciencia. Costa tiene ofertas de multinacionales -dejó hace un año la presidencia de Ernst&Young-, pero las ha rechazado porque quiere cumplir con quienes le eligieron diputado por Castellón con un resultado notable. Manuel Pizarro, otro que ha quedado descolgado, éste por voluntad propia -rechazó un puesto en la mesa de la Comisión de Economía y le ha dicho a Rajoy que no quería nada tampoco en el partido, aunque sí está en la dirección del PP de Madrid-, insiste en que se quedará de diputado raso.En cualquier caso, ni Acebes ni Costa ni Pizarro garantizan que vayan a terminar la legislatura que acaba de empezar.
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