José María Aznar muestra en Londres su perfil más eurofóbico
El ex presidente hace una encendida defensa de la energía nuclear.- Califica de "serio error" de Obama retirar el escudo antimisiles
José María Aznar dio pruebas el lunes en Londres de que el creciente euroescepticismo de sus ocho años al frente del Gobierno (1996-2004) le han acabado llevando a la eurofobia al presentar un documento de la fundación FAES, Europa: Propuestas para la Libertad.
Sostuvo que el meollo de la construcción europea ha de ser el interés nacional de cada uno de los Estados-nación que la componen, que hay que poner límites -y no sólo geográficos- a la UE, que hay que "evitar cualquier tentación de intentar construir una utópica Europa federal centralizada", que la economía es la gran herramienta de influencia europea y defendió ciegamente el vínculo trasatlántico. Es posible que un europeísta moderado pueda comulgar con cada una de estas posiciones, pero todas juntas acaban perfilando una visión profundamente negativa sobre la UE.
Aznar jugó en casa. No sólo porque le acompañaban su mujer y su hija mayor, Ana, sino porque sus posiciones sobre Europa están ahora mucho más cerca de lo que piensa un británico medio que de lo que piensa un votante español. Y porque el acto estaba organizado por la Henry Jackson Society. Se trata de una organización fundada en Cambridge en 2005 que defiende todos los valores de los neocon en materia de política exterior y en particular uno de los más apreciados por Aznar cuando se alió con George W. Bush y Tony Blair en la guerra de Irak: la imposición de la democracia por la fuerza.
El antiguo líder del Partido Popular elogió la contribución del Reino Unido a la construcción europea, que ha consistido en realidad en intentar frenarla, acercarla a Estados Unidos y expandirla territorialmente como mejor manera de diluirla. Discrepó, sin embargo, en un aspecto: aunque tanto Londres como Washington defienden el ingreso de Turquía, él se declaró contrario. La defensa de los valores cristianos parece estar por encima de la alianza trasatlántica.
Fiel a su demostrada afinidad con Bush, se desmarcó educadamente de la decisión del presidente Barack Obama -que calificó de "un serio error"- de desmantelar el escudoanti misiles. Recordó, una vez más, el peligro de la amenaza del terrorismo. Y volvió a atacar al presidente venezolano, Hugo Chávez
Hizo una apasionada defensa de la energía nuclear, a pesar de que en sus ocho años al frente del Gobierno español nunca intentó acabar con la moratoria que prohíbe la construcción de nuevas centrales. Y, en línea con el informe de la FAES, defendió que se restrinja el acceso de los inmigrantes a ciertos servicios públicos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.