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Nueva amenaza de contaminación sobre las playas de Huelva

La Junta de Gobierno de la Delegación en Huelva del Colegio Oficial de Arquitectos de Andalucía Occidental y Badajoz (COAAOB), en su sesión celebrada el pasado día 4 adoptó el acuerdo de solicitar del Ministerio de Obras Públicas una información pública, de la máxima urgencia, de cuantos factores puedan contribuir al deterioro del litoral onubense por causa de la construcción de un espigón de contención de arenas que se extenderá desde el vértice de la isla Saltes hasta el faro del Picacho.

Esta petición de la delegación onubense del COAAOB, cursada a través del delegado provincial del MOP, destaca que «dicho espigón puede originar una importante alteración en la morfología de la playa de Punta Umbría, así como canalizar los vertidos de las industrias hacia las playas de Mazagón y Matalascañas con las consecuencias contaminantes que se pueden prever». Por todo ello, el COAAOB propone al MOP «la apertura de un debate público, en el que se pueda formalizar una opinión ciudadana sobre un tema que, siendo objetivamente necesario, puede ser causa de mayores daños para la provincia, y en el que se analice la oportunidad de una acción de tal envergadura sin contar previamente con la garantía de un control anticontaminante por parte de la Administración».La petición y propuesta del COAAOB viene a recoger, en realidad, una preocupación creciente detectada en los últimos meses no sólo en la provincia onubense sino incluso en la región occidental andaluza, debido a la gran masa de veraneantes de esta procedencia que se da cita en el estío en las playas de Huelva. Una preocupación que se reflejó, en cierta medida, en una polémica entablada el verano pasado en las páginas del diario de Huelva Odiel, como consecuencia de un reportaje filmado por Aurora Fernández y titulado «La contaminación amenaza a la playa de Mazagón».

Industria pesada

La publicación del reportaje produjo la réplica fulminante de los promotores de las urbanizaciones de Mazagón, los cuales enviaron extensas cartas a la dirección del diario del movimiento Odiel en donde se venían a rechazar cualquier posibilidad contaminante para Mazagón. Para ello se hacia referencia, por parte de los promotores, de afirmaciones oficiales por parte del anterior gobernador civil de Huelva, señor Valdecantos, que como presidente de la Delegación de Saneamientos, afirmaba que cuantas industrias han sido autorizadas a instalar sus factorías en el polo de desarrollo, fueron sometidas a la calificación prevista en la reglamentación de industrias y acvidades molestas, insalubres, nocivas y peligrosas, estableciéndose las medidas correctoras a observar por las mismas en cada caso y girándose visitas periódicas por los organismos competentes para asegurar las adecuaciones de las mismas».Las afirmaciones por parte del gobernador saliente, señor Valdecantos, y esgrimidas en defensa de Mazagón por parte de los promotores, no encontró mucho eco en la ciudadanía, toda vez que la playa de Mazagón se encuentra a escasa distancia del complejo industrial donde están ubicadas industrias como la fábrica de titanio, refinería de Río Gulf de Petróleos SA., Campsa, Ertisa, Urea Amoniaco, Compañía Sevillana, entre otras, y separadas por la ría del Tinto, en la misma margen, las industrias: Central Térmica Cristóbal Colón, Fertiberia, Unión Explosivos Río Tinto, SA., Río Tinto Patiño, SA., Fosfórico Español, SA., Odiel Química, SA., e instalaciones de Campsa.

Esta ubicación de la industria pesada, como consecuencia de la construcción del espigón de contención de arenas, como señalaban los arquitectos en su escrito dirigido al MOP, canalizará todos los vertidos de las industrias hacia las playas de Mazagón y Matalascañas «con las consecuencias contaminantes que se pueden prever». La hipótesis de los profesionales onubenses nunca podría ser tachada de aventurera si consideramos que el espigón de contención de arena se deslizaría desde el vértice de la isla Saltes, separada de las industrias mencionadas por una estrecha franja de mar, hasta el faro de el Picacho, enfrente del extremo oriental de Mazagón, deslizándose todo el espigón paralelamente a la costa a una distancia de 1.200 metros aproximadamente. Si esta situación ya es grave para el futuro de la playa de Mazagón, e incluso para su vecina Matalascañas, podría agravarse extraordinariamente cuando el nuevo plan de ordenación urbana de Huelva entre en vigor, al haberse rescatado, gracias a una brillante gestión del Ayuntamiento onubense, toda la zona industrial de la margen izquierda de la popular punta del Sebo, como suelo urbano, lo que lleva implícito el traslado de la industria pesada instalada allí actualmente, hacia el este, es decir, entre la margen izquierda de la desembocadura del Tinto y a la derecha de Mazagón y Matalascañas y a espaldas de Palos de la Frontera y el monasterio de la Rábida.

Pero faltan datos técnicos. Los profesionales onubenses preocupados por el tema insisten al Ministerio de Obras Públicas a que expongan públicamente en Huelva el modelo de espigón de contención de arena que, a escala reducida, posee el organismo ministerial en Lisboa. Una exposición pública de sus características técnicas que clarificaría muchos extremos. Estos ruegos y peticiones han encontrado, hasta el momento, el silencio por parte de Obras Públicas.

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