La Guardia Civil corta el nexo entre ETA y sus presos
Entre los 10 detenidos hay un pintor y un ex futbolista de la Real Sociedad
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La Guardia Civil asestó ayer un duro golpe a las estructuras de apoyo a ETA al detener en Euskadi a una decena de personas que supuestamente ejercían labores de enlace entre la dirección de la banda y sus presos. Entre los arrestados figuran abogados de reclusos etarras, sindicalistas y profesores, además de antiguos miembros de la organización. La operación, coordinada por el juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska, es consecuencia de la documentación intervenida al ex jefe del aparato político Francisco Javier López Peña, Thierry, tras su captura en Francia en 2008.
Los agentes llevaron a cabo un amplio despliegue por distintas localidades vascas. En Bilbao apresaron a la letrada Arantza Zulueta, una de las más significadas de la izquierda abertzale, y a la empleada de su despacho Naia Zuriarrain. También en la capital vizcaína fue arrestado el profesor de Bellas Artes y pintor Erramun Landa, hermano del ex diputado europeo por HB Karmelo Landa. Además, en la sede del sindicato LAB en Gernika fue capturado José Luis Gallastegi, antiguo integrante del comando Barcelona que llevó a cabo el atentado de Hipercor, y en una escuela de Sopelana, Saioa Agirre.
El juez Marlaska les acusa de colaboración con la banda terrorista
En Guipúzcoa se registraron las otras cinco detenciones. En Hernani, las de los abogados Jon Enparantza e Iker Sarriegi, este último ex futbolista de la Real Sociedad. En San Sebastián, las de Asier Etxabe y Juan María Jauregi, otro afiliado de LAB ya jubilado. La última captura se produjo en Usurbil, donde se encontraba José Domingo Aizpurua, Pitxas, veterano dirigente etarra.
Fuentes de la investigación apuntaron hacia los tres abogados y Zuriarrain como presuntos cabecillas de una red en la que los demás arrestados colaboraban. Sobre todos ellos pesa la sospecha de haber contribuido al control del colectivo de presos mediante la transmisión de instrucciones por parte de la dirección de la banda. Se les acusa también de facilitar la huida de etarras a Francia y de ayudar en la captación de nuevos terroristas. Entre las imputaciones destaca, además, la de haber contribuido a la extorsión a empresarios mediante el llamado impuesto revolucionario.
