España acogerá en febrero a dos ex presos de Guantánamo
España va a ayudar modestamente a la Administración del presidente Barack Obama a resolver el problema de la cárcel de Guantánamo, situada dentro de la base militar estadounidense en Cuba.
El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, confirmó ayer que contribuirá a acabar con "ese anacronismo moral y ético" creado hace ocho años por la Administración de George Bush para encarcelar a islamistas radicales.
"Se está [trabajando] en los últimos trámites" del traslado a España de dos reos de Guantánamo, anunció Moratinos durante un desayuno de trabajo organizado por la agencia Europa Press. Aunque no dio fechas, se cree que estarán en España como tarde a finales del mes de febrero.
El ministro no precisó ni la nacionalidad ni el régimen de acogida de ambos presos aunque sí aseguró que "no son yemeníes". Noventa y dos de los 198 prisioneros que, el 31 de diciembre, aún permanecían en Guantánamo eran yemeníes.
Hace ya siete meses que Daniel Fried, enviado especial del presidente de EE UU para la clausura de Guantánamo, pidió al Gobierno español que acogiese a algunos de los cautivos allí encerrados. El jefe del Ejecutivo, José Luís Rodríguez Zapatero, visitó, en octubre, a Obama en Washington.
Tras la entrevista, el número de presos que serían trasladados a España quedó establecido en tres, pero ahora se ha reducido a dos. Ese es el número de reos que Bélgica e Irlanda se han comprometido a acoger mientras que Francia sólo aceptó a uno e Italia a tres.
Investigación de Interior
El Ministerio del Interior español ha examinado a los candidatos al traslado propuestos por Washington para asegurarse de que su instalación en España no implicará ningún problema de seguridad.
Todos los presos que EE UU quiere distribuir por países amigos pertenecen a la categoría cleared for release, es decir que no pesan cargos sobre ellos. No son enviados a sus países de origen porque estos no son Estados de derecho y allí podrían ser torturados y encarcelados de nuevo.
En Guantánamo llegó a haber hasta 742 presos a mediados de esta década. Cuando Obama llegó a la presidencia eran sólo 242, de los que aún sigue allí el 82%. Un informe del FBI señala que uno de cada cinco reos liberados vuelve a incorporarse a Al Qaeda por lo que el programa de rehabilitación de terroristas es, hasta cierto punto, un fracaso.
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