Detenidos en Francia los presuntos etarras Mikel Otegi y Aloña Muñoa

La policía francesa ha detenido en la localidad vascofrancesa de Irulegi a los presuntos etarras Mikel Otegi y Aloña Muñoa. Otegi se encontraba huido desde 1997, después de que un jurado popular le absolviera de asesinato por matar a dos ertzainas. Muñoa está implicada, entre otros, del asesinato de José Luis López de Lacalle.

Según han informado fuentes de la lucha antiterrorista, la detención se ha producido a raíz de una nota encontrada tras la detención del supuesto jefe militar de ETA, Ibon Fernández de Iradi, el pasado 19 diciembre, quien dos días después se fugó de la comisaría de Bayona. En dicha nota se daba cuenta de una cita que debía producirse hoy en Irulegi y a la que debían acudir Otegi y Muñoa. Cuando ambos han acudido a la cita, su coche ha sido bloqueado y han sido detenidos por la policía francesa. Otegi no iba armado, pero sí Muñoa, que ha tratado, sin éxito, de sacar su arma.

Tanto Otegi como Muñoa se encontraban en la lista de terroristas aprobada por la Unión Europea en diciembre de 2001.

Mikel Otegi se encontraba en paradero desconocido desde 1997, después de que un jurado popular le declarara no culpable del asesinato de dos agentes de la policía autonómica vasca en 1995. Otegi huyó en julio de 1997, cuando el Tribunal Supremo anuló dicho juicio y ordenó su repetición.

Asesinato preventivo

Simpatizante de la izquierda aberzale, Otegi asesinó el 10 de diciembre de 1995 a los ertzainas Iñaki Mendiluze, de 26 años, y José Luis González, de 34, disparándoles por la espalda con una escopeta, cerca de su casa. Los agentes se encontraban en las inmediaciones de su casa realizando una patrulla rutinaria, pero Otegi creyó que tenían intención de detenerle porque ese mismo día había mantenido un altercado con otro ertzaina en un bar de su localidad.

Otegi, que había participado ya en anteriores enfrentamientos de las juventudes radicales con la Ertzaintza, fue detenido poco después de realizar los disparos en su propia casa y gracias a la llamada de denuncia realizada por su propio hermano.

En marzo de 1997, fue absuelto de los delitos de asesinato y atentado por un jurado popular, que entendió que en el momento en que cometió el crimen no era dueño de sus actos. Posteriormente, el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, anuló la sentencia por "carecer de motivación el veredicto absolutorio" y ordenó la celebración de un nuevo juicio con otro jurado popular.

Sin embargo, el segundo juicio no se pudo celebrar por encontrarse Otegi en paradero desconocido. En principio, se barajó la posibilidad de que podría encontrarse escondido en Cuba, país con el que España no mantiene acuerdos de extradición de los etarras.