Detenido en Belfast un etarra de los más buscados en Europa

La policía de Irlanda del Norte, en colaboración con la Guardia Civil, detuvo anoche en Belfast al presunto etarra Fermín Vila Michelena, según informaron fuentes de la lucha antiterrorista. Vila Michelena (Irún, 1970) fue miembro del comando Madrid de la organización terrorista ETA. Había entrado en la organización radical Jarrai con solo 14 años. Fue detenido en Francia en 2002 y, en la actualidad, tiene pendientes tres causas judiciales en España, entre ellas el asesinato en 2001 en Madrid de un policía nacional que acababa de ser padre. Por todo ello está en la lista de terroristas más buscados de la UE y EE UU. Las fuentes consultadas aseguran que estaba en activo, realizando labores logísticas e incluso conviviendo con otros presuntos etarras. Varios miembros del servicio de información de la Guardia Civil se han desplazado a Belfast para participar en la operación.

Este jueves también se produjo un ataque contra la Ertzaintza, el primero desde el 4 de julio de 2009, según informaron fuentes del Departamento de Interior del Gobierno vasco. La izquierda abertzale tuvo ocasión así para desmarcarse del terrorismo, solo tres días después del acuerdo que firmó con Eusko Alkartasuna (EA) el pasado domingo. No lo hizo.

El puesto de atención ciudadana de Agurain (Álava), localidad gobernada históricamente por EA -el nuevo socio de la izquierda abertzale sí condenó el acto, a pesar de lo que se reafirmó en la alianza con los radicales-, fue atacado en la madrugada de ayer. Siete cócteles químicos fueron arrojados contra su fachada. El establecimiento estaba cerrado y apenas sufrió más daño que el ennegrecimiento de la pared. Además, dos contenedores ardieron en la misma localidad.

Un portavoz de la izquierda abertzale, Aitor Bezares, manifestó la opción de ese sector por vías políticas y democráticas, como viene repitiendo, afirma, desde el pacto de Lizarra en 1999 y especialmente desde noviembre de 2009 en busca de la vuelta a la legalidad: "Cualquier otra expresión no encaja en la posición actual que mantiene la izquierda abertzale".

El sabotaje fue condenado por todos los partidos y por el consejero de Interior del Gobierno vasco, Rodolfo Ares, que exigió además un pronunciamiento "claro y contundente" a los radicales. Si no, "no estarán en política", reiteró.