Defensa admite que el barco fue secuestrado por piratas somalíes

La titular del Ministerio de Defensa, Carme Chacón, oficializó ayer lo obvio: que el pesquero de bandera mozambiqueña Vega V, con dos tripulantes gallegos, ha sido secuestrado. En el discurso de la Pascua Militar, la ministra admitió que, a pesar del despliegue de buques de guerra en el océano Índico, "el mayor que jamás se haya llevado a cabo contra la piratería", el problema persiste "porque sus raíces están tierra adentro, y se alimentan de la inestabilidad de Somalia". "Así lo atestiguan las 28 naves que están afectadas en este momento, y sus 650 tripulantes [en concreto, 664]; entre ellos dos españoles, por cuyo pronto regreso hacemos votos", agregó.

Hasta ahora, el Gobierno había eludido reconocer que el palangrero -propiedad de una empresa participada por Pescanova- estuviera en manos de los piratas. El número dos del departamento de Asuntos Exteriores y Cooperación, Juan Antonio Yáñez-Barnuevo, declaró el martes que el secuestro no pasaba de ser "una hipótesis". Sin embargo, la misión naval europea difundió el día 1 una nota en la que confirmaba que el Vega V había sido capturado por "piratas en aguas entre Mozambique y Madagascar". La Operación Atalanta confirmó que había sido avistado al suroeste de las islas Comoras navegando en dirección norte y remolcando un skife (como los utilizados habitualmente por los piratas para sus abordajes), sin responder a las repetidas llamadas por radio.

Por otra parte, el embajador español en Mozambique, Alberto Cerezo, al que el secuestro sorprendió de vacaciones en España, ha regresado ya a Maputo, donde se ha entrevistado con el viceministro de Pesca y le ha ofrecido todo el apoyo para lograr la liberación del barco, de bandera mozambiqueña, según fuentes diplomáticas. Las autoridades mozambiqueñas están consternadas por el ataque, agregaron las mismas fuentes, ya que nunca los piratas habían operado tan cerca de sus costas.