Comienza la batalla por Madrid
Los partidos abren la campaña electoral en la región con actos poco concurridos.- El PP insiste en aplicar el filtro nacional a los comicios, mientras el PSM minimiza las encuestas
La noche que abrió la veda para pedir el voto en la región reunió en la sede nacional del PP a Esperanza Aguirre y Alberto Ruiz-Gallardón, a quienes Ana Mato, vicesecretaria de organización del partido, acompañó en el ceremonial del balcón. El alcalde fue el primero en tomar la palabra. Lo hizo ante centenares de personas que acudieron con banderas del partido y de España a la calle de Génova. Los gritos de "¡presidenta, presidenta...!" solo callaron cuando él empezó a hablar. Y se arrancó en un discurso salpicado de alusiones a la crisis, el empleo y la gestión del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. "Sé que son tiempos difíciles...", comenzó. "Pero esta alegría que tenemos es porque la Comunidad y la ciudad se pondrán al frente del país", lanzó mientras Aguirre sonreía.
A las 0.10, ya entrados en la franja legal de propaganda electoral, el monitor enseñó los carteles de la campaña. El del alcalde, con un lema que suena a letra de Manu Chao: "Nos gusta Madrid, nos gustas tú". El de Aguirre, jugando con las letras de su nombre y la imagen de su rostro intensamente maquillado: "Toda España espera un cambio, empieza el 22 de mayo". "Tenéis que expresar con vuestro voto la moción de censura al Gobierno socialista de Zapatero, de Rubalcaba y de Chacón", proclamó Aguirre, quien exhibió su complicidad recientemente resucitada con Gallardón.
Al igual que el alcalde de la capital, muy volcado en la campaña nacional de Mariano Rajoy, la presidenta del PP de Madrid se siente cómoda haciendo oposición al Gobierno de Zapatero. Aguirre inició su discurso asegurando que ha cumplido su programa "a pesar de los errores de los socialistas", dijo.
En la plaza de Callao, la línea argumental era otra: las encuestas, que digan lo que quieran. El PSOE puede ganar y va a ganar en la capital y en la región. Más o menos ese fue el mensaje que ayer escucharon los afiliados, simpatizantes y el no muy numeroso público que, viendo que había sarao, se acercó a los dos escenarios que los socialistas montaron ayer en plena calle. En uno tocó Jaime Urrutia. En el otro, enfrente, se turnaron el candidato a la alcaldía, Jaime Lissavetzky, el vicesecretario general del PSOE, José Blanco, y el candidato a la Asamblea de Madrid, Tomás Gómez. Y los tres insistieron en que las elecciones no están perdidas, ni mucho menos.
Podría muy bien haber sido la fiesta del orgullo socialista, porque tanto Blanco como Gómez aprovecharon para distinguir entre los valores y políticas que defiende su partido (educación y sanidad públicas de calidad, igualdad, defensa del que menos tiene, etc.) y los que, según ellos, definen al PP . "No es lo mismo un alcalde socialista que uno del PP. No es lo mismo un Gobierno que cree en la sanidad y la educación como servicios públicos que uno que los ve como un negocio para unos pocos", aseguró Gómez, que recordó el caso Gürtel y el "despilfarro" de Gallardón.
Izquierda Unida eligió la plaza de los Carros (Latina) para iniciar su campaña. El escenario estaba rodeado de jóvenes y situado al lado de una barra en la que se servían mojitos y minis de cerveza. Gregorio Gordo, candidato de IU a la presidencia de la Comunidad, clamó contra la "resignación que puede hacer presidenta a Aguirre cuatro años más". El aspirante a la alcaldía, Ángel Pérez, arremetió contra el bipartidismo que a su juicio representa un PP "con carácter de primarias", y un PSOE "que quiere convencernos de que vivir en las ciudades no tiene que ver con vivir en España". Al acto acudieron también Gaspar Llamazares y el coordinador federal de IU, Cayo Lara.
La fiesta de apertura de campaña de UPyD se desarrolló en la plaza de las Comendadoras. "A la presidenta Esperanza Aguirre se le viene encima una marea magenta que va a eliminar muchas cosas mal hechas en la región", dijo el candidato a la presidencia de la Comunidad, Luis de Velasco, a quien acompañaba el candidato al Ayuntamiento Daniel Ortega y la líder nacional del partido Rosa Díez.
A por el 22% de indecisos
La campaña oficial para las elecciones municipales y autonómicas del 22 de mayo empezó esta medianoche en 13 comunidades autónomas y todos los municipios del país con el intento del PP de convertirlas en la antesala de una victoria en las generales, como en 1995, frente a un PSOE ocupado en dar la vuelta a las encuestas, mantener sus feudos y dar la sorpresa. En Madrid, 4,43 millones de personas están llamadas a renovar la Asamblea -que esta legislatura crece de 120 a 129 escaños por el aumento de la población- y 179 municipios, entre ellos la joya de la corona, la capital.
La campaña arrancó bajo la sombra del sondeo del Centro de Investigaciones Sociológicas, conocido esta mañana y que es contundentemente favorable al PP. Este partido revalidaría la mayoría absoluta en la Asamblea y en el Ayuntamiento de Madrid. Esperanza Aguirre se prepara, si finalmente se confirman las encuestas, para asumir su tercer mandato, cinco consecutivos del PP contando los dos previos de Alberto Ruiz-Gallardón. Ni la crisis ni el paro ni la corrupción del Gürtel ni el desgaste de tantos años de gobierno parecen hacer mella en Aguirre. Su contrincante, el socialista Tomás Gómez, no parece capaz, según el CIS, de recortar distancias. De confirmarse en las urnas, Aguirre ampliaría en ocho escaños su ventaja con el 52,1% de los votos, frente a un 28,4% que se decantaría por Tomás Gómez, debutante en estas lides.
Su antecesor como cabeza de cartel, Rafael Simancas, logró un 33,8% en los anteriores comicios, un resultado que consideró un fracaso y que le llevó a presentar su dimisión. Sin embargo, el secretario general del Partido Socialista de Madrid (PSM) mantiene el optimismo y subraya que si fuera por las encuestas no habría sido ni alcalde de Parla -donde se convirtió en el regidor más votado de España- ni candidato a dirigir la Comunidad. Ferraz esgrimió sondeos internos para tratar de colocar en su lugar a Trinidad Jiménez, que Gómez venció en unas polémicas primarias que le sirvieron para darse a conocer entre los madrileños. La mejora de los resultados de IU a la que apunta el CIS y el 22% de votantes que aún no han decidido su voto alientan la campaña socialista.
En el Ayuntamiento de Madrid, más de lo mismo, aunque con la sorpresa de que el más valorado por los ciudadanos, según el CIS no es Alberto Ruiz-Gallardón, sino su contrincante socialista, Jaime Lissavetzky. A pesar de todo, Gallardón ganaría de nuevo las elecciones y también por mayoría, mientras que los socialistas salvarían los muebles al mantener los resultados, siempre según este sondeo.
Información elaborada por J. Sérvulo González, Daniel Verdú, Elena G. Sevillano, Pilar Álvarez, Inés Santaeulalia y Victoria Torres.
¿A cuánto el 'kilo' de cargo electo?
Las elecciones son, además de una fuente de poder, una fuente de ingresos para los partidos. Las comunidades autónomas determinan la cuantía de sus ayudas a los partidos en las elecciones a sus parlamentos, pero el Ministerio de Economía fija la subvención por concejal y voto en las municipales. En estas elecciones, quien más abonará por escaño en las cámaras regionales será Canarias, que ha previsto una compensación de algo mas de 20.000 euros, mientras que Madrid dará más de 19.000 euros.
En el lado contrario, figuran Castilla y León, Cantabria y Murcia, las tres con algo más de 10.000 euros. Además, de estos fondos, el Estado pagará 276,86 euros por cada concejal electo y 55 céntimos por voto obtenido a las formaciones políticas, siempre que esos votos se traduzcan en concejales.
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