Adiós a El Salobral
Aguirre y Gallardón dan por concluidos los trabajos de derribo y realojo.- Un total de 236 familias viven ahora en un piso de alquiler por menos de 100 euros.- Quedan 10 chabolas, cuyos habitantes no cumplen los requisitos, que recibirán orden de desahucio
En marzo de 2006 entraron las máquinas en el poblado chabolista de El Salobral, situado en el distrito de Villaverde, para comenzar su desmantelamiento. Hoy, más de año y medio después, la presidenta de Madrid, Esperanza Aguirre, y el alcalde de la capital, Alberto Ruiz-Gallardón, han dado por concluidos los trabajos para acabar con el mayor núcleo chabolista del sur de Europa. Esta medida, coordinada a través del Instituto de Realojamiento e Integración Social (IRIS), ha supuesto el realojo de 236 familias, algo menos de la mitad de las que lo habitaban. Se han realizado 532 demoliciones en el poblado, que surgió en la década de los 80 y que ocupaba 22 hectáreas.
El poblado, delimitado por la línea de ferrocarril Madrid-Alicante, la M-45 y la avenida de Andalucía, ha quedado reducido a cascotes, tablones, muebles, zapatos, juguetes, neumáticos, bidones, lavabos, bombonas, colchones, parachoques, maletas, cristales, ropa, retretes y mantas, entre otros materiales. De los escombros surgirán zonas verdes y un área industrial. El desmantelamiento de este núcleo chabolista, en el pasado uno de los mayores mercados de droga de España, ha supuesto una inversión de más de 37 millones de euros, 18,8 de los cuales han sido aportados por el Consistorio y, el resto, por el Gobierno regional. En el asentamiento habitaban 1.105 personas, en su mayoría de etnia gitana, de las cuales 494 eran menores de 16 años. De los 711 adultos, 199 eran analfabetos. En total, 497 familias, de las que solicitaron una vivienda 358 y se concedió a 236.
Todavía quedan 13 chabolas
Estas familias han sido realojadas en pisos de alquiler por menos de 100 euros situados en 13 distritos de la capital y en 19 pueblos de la región. Pero no todos han tenido suerte. Quedan 13 chabolas en pie, no todas ocupadas, para las que no hay solución. Sus ocupantes no tienen derecho a un piso de alquiler porque no cumplen alguno o algunos de los 10 requisitos establecidos. Ahora, los desalojarán por orden judicial y se quedarán en la calle. Entre las condiciones, se exigía a las familias que estuvieran viviendo en El Salobral al menosdesde enero de 2005, cuando se hizo el censo de población de esta zona marginal de la capital, situada a escasos 10 metros de la autovía de Andalucía (A-4) y de la M-45. Además, la unidad familiar no debía tener ingresos de más de 15.000 euros, ni tener otra vivienda en propiedad.
La desaparición de El Salobral ilustra, en palabras de Ruiz-Gallardón "la irreversible decisión de eliminar toda forma de infravivienda". "Ahora somos testigos de cómo esta herida social y urbana ha desaparecido del paisaje de la ciudad hasta formar parte de su pasado", ha añadido. Por su parte, la presidenta ha dicho que "el desmantelamiento de El Salobral ha supuesto afrontar el fenómeno del chabolismo en toda su complejidad y amplitud". "Era un auténtico reto y creo que hoy podemos decir, con satisfacción, que el reto ha sido superado y que se han cumplido todos los objetivos que nos habíamos impuesto", ha añadido Aguirre.
En estos últimos diez años, el Gobierno regional ha desmantelado 67 núcleos chabolistas, lo que significa que 5.000 ciudadanos han dejado de vivir en chabolas para hacerlo en pisos en altura mediante el pago de una reducida renta de alquiler. Sin embargo, todavía queda la mitad por hacer, ya que otras 5.000 personas -1.084 familias - viven todavía en asentamientos ilegales, según el último censo del IRIS regional, cerrado a 31 de diciembre de 2006.
Santa Catalina es ahora el más grande
Están repartidos en 11 núcleos de infraviviendas y nueve asentamientos. La tipología del residente siempre es la misma. Familia de bajo sustrato social, generalmente de etnia gitana. Son grupos con varios hijos (cuatro o cinco) que no acuden a centros escolares. Se dedican a la recogida de chatarra y a la venta ambulante en mercadillos de la región. Esa es al menos la versión oficial, ya que también los hay que trapichean con drogas. Muchos de éstos se han trasladado al nuevo hipermercado de la droga, la Cañada Real Galiana, en el distrito de Villa de Vallecas.
Tras el fin de El Salobral, el poblado de Santa Catalina, en Puente de Vallecas, es ahora el más grande de la región, con 182 chabolas. Le siguen El Cañaveral (Vicálvaro), con 148, y Las Mimbreras (Latina), con 132. Uno de los poblados que también han pasado a la historia, o casi, es el de La Quinta, en el distrito de Fuencarral-El Pardo. Ahora sólo quedan 10 infraviviendas.
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