Abierto hasta nueva orden
La polícia no acude a desalojar el Patio Maravillas
"El Patio no se cierra", todavía. A la cuenta atrás para el desalojo de los habitantes del Patio Maravillas -una casa okupada en el centro de Madrid desde hace un año y ocho meses-, que estaba fijado para el jueves 22, se le ha añadido una prorroga. No se sabe cuánto durará, de lo que sí son conscientes es que por esta vez la movilización social ha surtido efecto.
La cita era las ocho y media de la mañana y a cuentagotas el número 8 de la calle del Acuerdo -paralela a San Bernardo- se ha ido llenando de jóvenes con pañuelos palestinos y pelos largos. Son 20, 50, 100; a las nueve y media llegan casi a los 200. Son los refuerzos. Todos quieren estar preparados para cuando llegue la Policía a desalojar el Patio, un centro social autogestionado abierto en una antigua escuela abandonada. El encuentro entre okupas y agentes de la ley está calculado al milímetro: ocho y media, convocatoria de los colectivos sociales y medios de comunicación, a las nueve cantos del coro del Patio Maravillas, a las nueve y media llegada de los policías... de ahí en adelante, resistencia.
"Seguro que vuelven a la carga"
Pero algo falla, la Policía no llega. ¿Por qué no ha aparecido? Leopoldo, uno de los portavoces del centro, no sabe explicarlo. "Tenemos preparado todo para ocupar otro edificio aunque no sabemos ni cómo ni cuándo", decía a las ocho y media. Dos horas después, se saca la gorra que le protege del frío para hablar delante de las cámaras y apunta al arrojo juvenil como revulsivo contra la acción de la Administración pública. "Pero la orden está, seguro que vuelven a la carga", susurra cuando se aparta de los micrófonos. La Policía se ha negado a explicar a este diario por qué no ha procedido al desalojo esta mañana. Las explicaciones han llegado esta tarde. El desalojo ha sido suspendido hasta nueva orden judicial "por falta de medios y seguridad para llevarlo a cabo", según han informado fuentes del Tribual Superior de Justicia de Madrid (TSJM) a la agencia Efe.
La orden a la que el portavoz del centro se refiere es un auto del Juzgado de Instrucción número 48 que dictamina "el desalojo de los actuales ocupantes ilegales" de la finca y "la restitución de la posesión" de ésta "a su propietario", que es la promotora inmobiliaria Grupo 2 Reunidos, SL. La empresa no ha querido hacer declaraciones respecto al uso que va a dar al edificio. Organizaciones como la Federación de Asociaciones de Vecinos de Madrid y Ecologistas en Acción presentaron en diciembre una solicitud de expropiación ante el Ayuntamiento. Alegaban que la calificación del inmueble en el Plan General de Ordenación Urbana es de "uso dotacional privado", es decir, que debe destinarse a complementar los servicios a la comunidad, lo que no ocurre "desde hace cerca de diez años".
La fecha del desalojo coincidía con el inicio del Foro Social Mundial. Este año, como medida de precaución, los actos se repartirán entre el Patio y el Instituto Lope de Vega situado en la calle San Bernardo. Bibiana Almonte se detiene al ver el escándalo. Es dominicana. A pesar de ser vecina del barrio desde hace cuatro años no se ha enterado de que existiera un edificio okupado. Tampoco sabe que allí tiene talleres gratis de inglés, de danza, y programas de integración. Aunque a ella no le hace falta, lleva 11 años en España junto con sus hijos, y le parece bien que el Patio permanezca abierto, "siempre que no hagan cosas malas", asegura.
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