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Reportaje:Empresas & sectores

Repsol entra en el 'club de los 20'

Sus pozos en Brasil y Venezuela cubren años de consumo de crudo y gas en España

Compañías que exploran y explotan yacimientos de crudo y de gas en el mundo hay centenares, pero el grueso de tan multimillonario y arriesgado negocio lo manejan apenas 20 grandes grupos. A tan selecto club, aunque sea en sus últimas filas, se acaba de incorporar Repsol. La española, que ha arrastrado históricamente una carencia de crudo propio para sus negocios de refino y marketing y de petroquímica, ha sufrido una honda metamorfosis en los últimos cuatro años al pasar de tener -en palabras de Antonio Brufau, su presidente- la nevera medio vacía en reservas de hidrocarburos a tenerla medio llena.

En diciembre o enero Repsol va a alcanzar, según adelantaba su director de exploración y producción, Nemesio Fernández-Cuesta, el 100% de tasa de reemplazo con reservas de sus necesidades de hidrocarburos, porcentaje que es casi el triple del que contabilizó en 2007. El reemplazo total se va a lograr con dos años de adelanto sobre el objetivo fijado en su Plan Estratégico 2008-2012.

Con sus últimos hallazgos multiplica por tres sus reservas de hidrocarburos
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Quince descubrimientos de hidrocarburos en lo que va de 2009, entre ellos el más importante hallazgo de gas en la historia de Venezuela (entre 1.000 y 1.400 millones de barriles equivalentes de petróleo de reservas) y varios de similar importancia en Brasil (sólo el pozo Guará, por citar uno, proporcionará el equivalente a dos años de consumo de petróleo y gas en España), se suman a los realizados por la compañía española entre 2005 y 2008 y avalan el cambio de perfil del grupo.

Una de las obsesiones y prioridades de Brufau cuando desembarcó en la presidencia de Repsol a finales de 2004 era precisamente la falta de crudo. Una carencia derivada de la reducción de inversiones en exploración y explotación, y de la venta de dominios y pozos en Indonesia y Egipto, tras la adquisición en 1999 de la argentina YPF. De ahí su decisión de que el actual Plan Estratégico incluyese, para hacer frente a tal carencia, destinar casi la mitad de los más de 32.000 millones de inversión prevista en el quinquenio 2008-2012 a las actividades de upstream (exploración y producción de hidrocarburos). YPF queda orillada de esta estrategia al haberse dispuesto que financie sus nuevas prospecciones con sus propios recursos.

Una nueva estrategia que ha empezado a dar frutos y que, por resumir, se ha basado en cuatro factores. Recursos financieros suficientes, 575 millones de euros este año de inversión en upstream pese a la crisis y los bajos precios del petróleo hasta hace unos meses. Incremento de los recursos humanos aplicados a la tarea, se ha pasado en cinco años de una plantilla de 700 técnicos altamente cualificados en exploración y producción a otra de 1.500. Y tecnología de vanguardia e inversión en I+D -han desarrollado en Houston, Estados Unidos, progranas informáticos de tratamiento de datos con la universidad de esa ciudad y otros socios para una de las máquinas con mayor capacidad y sofisticación que hay en la industria-. Una tecnología que les permite acceder con mayor información y contención de costes a yacimientos submarinos profundos como los que tiene Repsol en Brasil.

A esos tres factores habría que añadir un cuarto y no menos importante: la suerte. Y Repsol la está teniendo, al menos de momento. Su ratio de acierto en las prospecciones en las que participa en Brasil no tiene parangón: han encontrado crudo o gas en el 100% de las realizadas. Y en otras zonas y países no es desdeñable. En cualquier caso, como advierte Fernández-Cuesta, desde que se producen los descubrimientos y se evalúan hasta que se pueden apuntar esas reservas o explotar esos recursos pasan varios años.

Hace poco más de un mes Repsol (25%) y sus socios Petrobras (45%) y

British Gas (30%) anunciaron un nuevo hallazgo de crudo y gas en el bloque BM-S-9, en aguas profundas de la Cuenca de Santos, en Brasil. La petrolera española es la compañía privada con mayor dominio minero en la Cuenca de Santos, Campos y Espírito Santo, con participación en un total de 21 bloques exploratorios, en 11 de ellos como operadora. La reciente confirmación de la existencia de indicios de hidrocarburos en el pozo exploratorio Vampira y los descubrimientos realizados en el primer semestre del año en Panoramix, Piracucá e Iguazú, sumado a los de los megacampos Guará y Carioca, consolidan al offshore (exploración submarina) de Brasil como una de las mayores áreas mundiales de crecimiento en reservas de hidrocarburos.

En América Latina, al margen de Brasil y de Argentina (330.000 barriles día de producción de crudo y 1.000 millones de barriles de reservas), Repsol acaba de confirmar en Venezuela el mayor descubrimiento de gas de la historia de la empresa y del país. Las pruebas en el pozo Perla IX confirman el potencial del yacimiento, que puede albergar reservas recuperables de gas de entre 1.000 y 1.400 millones de barriles equivalentes de petróleo, suficiente para satisfacer la demanda de gas en España cinco años. Este hallazgo está entre los cinco descubrimientos más grandes del mundo en 2009.

En Perú, donde hace quince días estuvo cerrando flecos de negociación Fernández-Cuesta, Repsol va a inaugurar a mediados de 2010 una planta de licuefacción de gas que duplicará la producción del gigantesco campo de Camisea. Hace 22 meses el grupo español descubrió, además, en el departamento de Cuzco, en el pozo Kinteroni, otro importante yacimiento de gas. Kinteroni está próximo al yacimiento de gas de Camisea, en los bloques 56 y 88, donde Repsol participa con el 10%, y que abastecerá a uno de los grandes proyectos de Gas Natural Licuado (GNL) de la compañía: Perú LNG. En conjunto, Repsol y sus socios tienen comprometidos 7.000 millones de dólares de inversión. La participación de la española ronda el 10% en upstream, el 20% en el negocio de licuefacción y el 100% en la comercialización del gas.

En Ecuador, Repsol alcanzó en marzo un acuerdo con el Gobierno sobre los términos de su presencia en el país (amplió hasta 2016 la explotación del denominado Bloque 16). En Bolivia, el Gobierno, tras los graves desencuentros pasados, busca ahora la colaboración de Repsol para explotar Campo Margarita.

En Trinidad-Tobago, donde sus activos representan el 15% de la producción total de Repsol, la española va a reforzar sus inversiones tras la inauguración este mismo año de la planta de licuefacción Canaport, en Canadá, ligada a la comercialización de este gas.

En África, el grupo que preside Brufau ha realizado en 2009 un primer descubrimiento en aguas profundas de Sierra Leona, otro en la costa de Libia, país donde es desde hace tiempo el primer operador extranjero, y un yacimiento de gas -el séptimo- en el Sáhara argelino. También ha descubierto gas en aguas de Marruecos, en la zona de Tánger.

En marzo, Repsol empezó a producir hidrocarburos en el Campo Shenzi, en aguas profundas del golfo de México, una de las zonas más atractivas en potencial y rentabilidad. Repsol posee allí 72 licencias.

Y en España, aunque con mucha menor importancia relativa Repsol ha explorado y abierto dos nuevos pozos, Montanazo y Lubina-1, a 45 kilómetros de las costas de Tarragona, que van a multiplicar por cuatro la producción de petróleo en España.

Plataforma petrolífera utilizada por Repsol en sus exploraciones en aguas de Brasil.
Plataforma petrolífera utilizada por Repsol en sus exploraciones en aguas de Brasil.

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