Putin critica el doble rasero europeo con Kosovo en su última rueda de prensa desde el Kremlin

El presidente ruso, Vladímir Putin, ha ofrecido hoy la última de sus conferencias anuales de prensa desde el Kremlin antes de dejar su cargo el próximo mes de mayo. Ha sido una extensa conferencia, en la que ha tocado muchos temas, una especie de balance -se ha dicho "satisfecho de su trabajo". Ha denunciado la independencia de Kosovo y el doble rasero de la UE y de otros países que la reconozcan. Ha ensalzado a Dimitri Medvedev, a quien él mismo designó como sucesor. Finalmente, ha hablado del panorama internacional, repitiendo que redirigirá sus misiles si algunos países ex soviéticos albergan instalaciones del escudo antimisiles de EE UU.

Rusia celebra elecciones presidenciales el próximo mes de marzo y Putin dejará el cargo al candidato ganador, con toda probabilidad su delfín Medvedev, que cuenta con más del 90% de intención de voto, según las encuestas. El presidente, enormemente popular, no ha querido forzar un cambio constitucional para optar a un tercer mandato de cuatro años, pero ha aceptado ser primer ministro de Medvedev si éste gana los comicios, con lo que seguirá teniendo un papel principal en la política rusa en los próximos años. Pese a todo, sostiene que es para él "absolutamente inaceptable" aferrarse al poder.

Kosovo

El tema de Kosovo tiene especial trascendencia toda vez que se prevé que la provincia serbia de mayoría albanesa tiene previsto declarar su independencia el 17 o el 18 de febrero. "Considero que el apoyo a una declaración de independencia de Kosovo es inmoral e ilegal", ha dicho, denunciando el "vergonzoso doble rasero" de los países de la UE, que se disponen a reconocer la independencia de Kosovo y no lo hacen en otros casos -ha citado España, que no concede el derecho a la autodeterminación del País Vasco o la parte norte de Chipre, independiente de facto, pero no reconocida.

En cualquier caso, Putin ha dicho que Rusia tiene su propio plan en caso de que efectivamente occidente (Europa y EE UU, sobre todo) reconozca la independencia de la región serbia. "No vamos a imitarlos. Si alguien toma una decisión estúpida, ilegal, eso no quiere decir que nosotros debamos actuar igual", ha dicho. "Será una señal para nosotros y reaccionaremos para salvaguardar nuestra seguridad, tenemos un plan y sabemos qué vamos a hacer", ha anunciado Putin, aunque no ha querido adelantar nada sobre ese supuesto plan.

Escudo antimisiles

Putin ha reiterado la amenaza que ya realizó el martes al hilo del escudo antimisiles que planea EE UU. Si países cercanos a Rusia ingresan en la OTAN y albergan instalaciones del escudo antimisiles, Rusia no tendrá otro remedio que apuntar sus misiles nucleares hacia esos países, dado que considera el escudo una amenaza contra su seguridad. Se refería en especial a Polonia y la República Checa, a los que EE UU ha ofrecido acoger parte de las instalaciones, y a Ucrania, que planea ingresar en la OTAN.

Putin ha señalado, no obstante, que no quiere plantear un conflicto con occidente y que sólo redirigirá sus misiles en caso de "extrema necesidad". "No planeamos un conflicto [con Occidente] y esperamos que esto no ocurra en el futuro inmediato". "Suponer que aspiramos a volver a los tiempos de la Guerra Fría es demasiado. No estamos interesados. Nuestra principal tarea es el desarrollo interno, la solución a los problemas sociales y económicos del país". En este sentido, ha dicho que Rusia está dispuesta a un "diálogo positivo" con el Gobierno estadounidense, sea cual sea el candidato que se haga con el cargo.

Sucesión

Putin ha reiterado que nunca le "tentó" un tercer mandato ni hacer un cambio constitucional que se lo permitiera. "Todo el mundo debe acatar la ley, el primero el jefe del Gobierno". El presidente se ha dicho muy satisfecho de ceder el poder al candidato que él mismo eligió como sucesor, Dimitri Medvedev, antiguo colaborador suyo y que, gracias al dedo de Putin tiene todas las papeletas para sucederle como presidente tras las elecciones presidenciales del 2 de marzo. "Hay una química personal, confío en él", ha declarado Putin. "Es una persona a quien ceder el liderazgo no me avergüenza ni me asusta". También ha anunciado, eso sí, que Medvedev seguirá una política de continuidad.

Sobre este tema, Putin ha declarado su disponibilidad a ser el primer ministro de su delfín y ha dejado caer que ocuparía este cargo cuatro años. "Estoy dispuesto a trabajar como jefe del Gobierno" si gana Medvedev, aunque ha dejado claro que no ocupará un puesto vacío de contenido: "El presidente es el garante de la Constitución, define las grandes prioridades. El poder ejecutivo supremo es del gobierno y del jefe del Gobierno". No obstante, ha asegurado que no se inmiscuirá en las labores del presidente.

Observadores

También se ha referido, con tono burlón, a la negativa de la OSCE a enviar observadores a las elecciones del 2 de marzo. "Que se queden en casa y enseñen a sus mujeres a hacer chtchi", una sopa tradicional rusa. Ha defendido que Rusia cumple sus compromisos con la OSCE: "En los documentos firmados por Rusia, está escrito que invitamos a los observadores y lo hacemos. Lo que no está escrito en ningún lado es cuántas personas debemos aceptar y durante cuánto tiempo".

Balance

El presidente ha comenzado su conferencia, ante 1.300 periodistas, con un repaso a su gestión de estos últimos ocho años. Ha destacado el auge económico ruso citando las estadísticas, que muestran ascensos de los ingresos de las familias, de las pensiones y de la calidad de vida. Sólo ha citado como sombras la inflación, cercana al 12%, y la pobreza. "No veo grandes fallos, todas los logros que nos propusimos han sido alcanzados", ha dicho, triunfante.

Putin asegura que "no se vislumbra" ningún conflicto militar con EE UU