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"Quiebro las reglas del fútbol"

Es genuino. "¡A mí, a mí! Messi, mira cómo subo ¡Dámela ya!", le gritó en su primer partidillo de la pretemporada en Escocia al argentino, estrella azulgrana por decreto. Leo se turbó, pero al instante mudó el gestó. Enfrente tenía a Daniel Alves (Juazeiro, Brasil, 25 años) haciéndole carantoñas y enseñándole la ristra de dientes. Ambos rieron a gusto. Y Messi le cedió el cuero en la próxima jugada. Fichado como el defensa más caro de la historia del Barça ?29 millones fijos más cinco por objetivos?, Alves enfila el costado derecho como un cohete sin frenos. Es uno de los orígenes de las jugadas y, en ocasiones, el punto y final.

Pregunta. ¿Qué piensa cuando controla la pelota?

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Respuesta. Que tengo la oportunidad de lanzar un ataque. Siempre miro el carril porque allá donde juego, exijo que se utilice la banda derecha. Pero en este Barça hay que ser paciente porque elabora las jugadas con pausa y entiende el fútbol como ejercicios de posesión y finalización. Aunque de mi carril no me saca nadie.

P. Si mira hacia delante tiene a Messi.

R. Parece que entre los dos damos un poco de miedo... Mejor. Pero no me extraña que los rivales estén preocupados porque Leo es excepcional. Tanto, que esta temporada ya defenderé yo por él. No me importa sacrificarme un poco en defensa si Messi resuelve arriba. Defender no es su característica. Así que no se debe fundir en esas tareas. Ello, sin embargo, no impedirá que le doble muchas veces por el costado.

P. ¿No le da miedo dejar desprotegida la retaguardia?

R. Para nada. Nunca me he arrepentido de subir o de llegar a la línea de fondo. Ese es mi trabajo en el aspecto ofensivo, el de dar una salida a los compañeros. Y si me equivoco, pues bajo rápido. Por suerte, Dios me ha regalado este físico y debo sacarle provecho. Me cuesta un poco cansarme. De hecho, creo que me canso más con mis hijos que con el fútbol. A mis espaldas, en cualquier caso, siempre tiene que haber alguien predispuesto a hacerme la cobertura. Entre otras cosas, porque la mejor forma de defender es estar bien posicionado.

P. ¿Es lícita la patada siempre y cuando el rival no le rebase?

R. Cuando defiendo, sólo pienso en robar el balón. El fútbol sólo se puede afrontar con la pelota. Pero una patada o un agarrón también son parte del juego. Así que debo fijarme en el cuero y, en última instancia, usar los recursos que admite el fútbol.

P. ¿Necesita, entonces, el balón para sentirse importante?

R. En absoluto. Necesito jugar para sentirme futbolista. Pero como buen lateral brasileño, me gusta tocar la pelota.

P. Carlos Alberto, Jorginho, Cafú, Mancini, Cicinho, Roberto Carlos... ¿son unos revolucionarios?

R. En cierto modo sí porque nos saltamos las reglas del juego. No limitamos al lateral a defender, sino que nos arriesgamos a atacar. Somos carrileros ofensivos. Cuando llegué a España, los laterales sólo tapaban huecos y cubrían delanteros. Roberto Carlos y yo cambiamos esa regla. Y cuando quiebro las normas del fútbol, disfruto de lo lindo.

P. También ha roto el mercado de fichajes.

R. A mí no me importa nada lo que el Barça ha pagado por mí. Sé lo que valgo y lo que he sufrido por llegar hasta aquí. El dinero, de todas formas, nunca ha sido mío ni ha ido a mi bolsillo, así que me da lo mismo. Sólo quiero que la gente disfrute de mi trabajo y que el Barça no se arrepienta de haberme fichado.

P. Pero Pepe [del Madrid] fue la incorporación más cara del curso pasado ?30 millones? y en éste lo es usted. ¿Se cotiza más el marcaje que el gol?

R. Eso parece. Somos zagueros muy completos y el mercado nos pone el precio. A ver si en los repartos de premios, como el Balón de Oro, recaen a los jugadores defensivos. Hay que darse cuenta de que el fútbol es un equilibrio perfecto entre las dos fases, la constructiva y la defensiva.

P. ¿Cuál es su lema?

R. Que en la vida nunca se deben bajar los brazos. Si algún día me quedo atrás, agradecería que no fuese por no haberlo intentado. Un equipo compuesto por 11 Alves perdería muy pocas veces; nunca se daría por vencido y se exprimiría por vencer.

El brasileño, vestido de azulgrana, durante su estreno
El brasileño, vestido de azulgrana, durante su estrenoEFE

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