La escuela segregada se levanta contra la retirada de subvenciones
Cantabria y Galicia reabren el debate al quitar el concierto a centros que separan por sexo - Padres laicos y sindicatos piden que se haga lo mismo en toda España
El Gobierno de Cantabria negó el pasado 14 de abril la renovación del concierto educativo al colegio Torrevelo, vinculado al Opus Dei, porque sólo admite a chicos. Esto "vulnera" la normativa de admisión y "los principios y fines" del sistema educativo, "basados en la igualdad efectiva entre hombres y mujeres, así como en la igualdad de trato", argumenta la Consejería. Tres días después, el Gobierno saliente de la Xunta de Galicia firmó la orden que aplicaba lo que llevaba meses diciendo: quitó la subvención a los cinco centros concertados segregados de la comunidad.
Los responsables de esos colegios van a recurrir a los tribunales y, los defensores de la educación diferenciada (o segregada, según quién la nombre) han calificado esta acción como un ataque a la libertad de elección y defienden ese tipo de centros como una opción válida, moderna e, incluso, exitosa.
En junio pasado, el Tribunal Supremo dijo que separar a los alumnos por sexo es legal, pero que las autonomías pueden negarles la subvención. Desde entonces, varias comunidades han anunciado que lo harían, pero Cantabria y Galicia han sido las primeras en hacerlo. La asociación laica de padres Ceapa (que en febrero firmó un manifiesto junto a los sindicatos CC OO, STES-i y FETE-UGT, entre otras entidades, por el fin de las subvenciones a los colegios segregados) celebró estas noticias y animó al resto comunidades a hacer lo mismo. Sin contar los de Cantabria y Galicia, 57 concertados separan por sexos en Cataluña, Andalucía, Madrid, Comunidad Valenciana, País Vasco, Asturias, Navarra, La Rioja y Murcia.
En Cataluña, la oposición de ICV a que los concertados puedan segregar por sexo pone en peligro el acuerdo del Gobierno tripartito para aprobar la ley educativa. ICV quiere que la ley lo prohíba, y cifra en 25 millones de euros el coste para el erario público de 15 centros concertados que segregan (hay 18).
Por su parte, los defensores de la separación por sexos han lanzado un contraataque. Las asociaciones de padres Cofapa y la católica Concapa firmaron la semana pasada otro manifiesto a favor de la libertad de elección y contra el "ataque" que ven en la retirada de subvenciones. La Federación Española de Religiosos en la Enseñanza (FERE, mayoritaria en la escuela concertada) y la patronal CECE, que representa a la mayoría de los centros segregados, también han salido en su defensa.
En sentido contrario, el nuevo ministro de Educación, Ángel Gabilondo, defendió un sistema de "inclusión, diverso, abierto y multicultural", ya que "sólo se educa para la diversidad conviviendo diversamente en un espacio plural". Aunque sobre la retirada de conciertos añadió que habrá que conocer cada caso y los posibles condicionantes jurídicos.
En general, los argumentos de unos y otros suelen repetirse: libertad de elección frente a acusaciones de discriminación; mejora de resultados porque niños y niñas tienen distintas capacidades frente a la coeducación como mejor modelo para educar a los chavales, como defendió el ministro.
Sobre todo esto habló la semana pasada Leonard Sax, presidente de la Asociación Nacional para la Educación Pública de un Solo Sexo en Estados Unidos (NASSPE), en Madrid, en el Fórum Nueva Economía. Sax, psicólogo y médico de familia, insistió en que la educación diferenciada mejora el rendimiento escolar (puso varios ejemplos en Iowa o Alabama donde la mejora, sobre todo en el caso de los chicos, fue espectacular) y la disciplina, aunque sólo si los profesores reciben la formación adecuada para ello. De los más de 500 centros públicos que segregan que hay en EE UU (en 2002 había 11), 25 lo están completamente; el resto admite a niños y niñas pero les coloca en clases distintas. Sax insistió en que no se trata de una cuestión de volver al pasado, de izquierdas o derechas, ni de laicidad o religión (aunque en España la inmensa mayoría de los centros que segregan están vinculados a conservadores católicos), sino que hay argumentos suficientes, sostuvo, para que la separación por sexo en la escuela sea una opción legítima para los padres y, por lo tanto, debe estar al alcance gratuitamente a través de oferta pública.
El profesor de Sociología de la Educación de la Universidad Complutense Rafael Feito responde: "No podemos romper consensos básicos como el del mutuo conocimiento. Argumentos puede haber de todo tipo. Hay quien dice que ellas rinden más. Si esto fuera cierto, cosa que está por ver, ¿por qué no hacemos itinerarios o centros con los "torpes" y con los "listos"? Creo que se aprende más, tanto académica como emocionalmente, cuando nos mezclamos unos con otros".
En cualquier caso, el debate promete mantenerse vivo. Por los futuros recursos de los centros que han perdido la subvención; porque el nuevo Gobierno del PP en la Xunta de Galicia tendrá que pronunciarse sobre la retirada de subvenciones hecha por el equipo anterior; y por lo que pretende hacer Andalucía que, aunque no quitará el concierto directamente, sí lo hará si algún padre denuncia. Además de la pelea pendiente en el Parlamento catalán.
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