El parón económico castiga a la industria en los mercados
Las empresas fabriles se unen a los descalabros bancarios
El freno en la reactivación económica mundial y el fantasma de otra recesión toma forma en las cajas registradoras de los comercios y en las carteras de pedidos de las fábricas, en esa llamada economía real. La supuestamente menos real, la de los mercados de valores, también respiraba ayer en este clima sombrío. Los grandes descalabros bursátiles, que hasta ahora protagonizaban sobre todo los bancos, se han extendido a la industria y los recursos naturales, para todo eso relacionado con la actividad productiva.
Paul Krugman comparaba esta semana los drásticos planes de austeridad de los gobiernos con la vieja práctica médica de realizar sangrías para curar enfermedades, con lo que lo que conseguían al final era debilitar mucho más al paciente, má propenso por tanto a empeorar o morir. La ciencia médica abandonó las curas de sangre hace muchos años, pero la económica la ve necesaria.
La actividad no hace más que debilitarse. La jornada de ayer fue una buena prueba de ello, con fuertes bajadas en las empresas manufactureras y también del precio del petróleo, que se contrajo un 4%, hasta los 105 dólares por barril, en parte también por la subida de la divisa estadounidense. El oro y otras materias primas también bajaron.
Las fábricas han echado el freno. Varios indicadores lo confirmaron ayer: el índice de directores de compras elaborado por HSBC para la economía China ha quedado en 49,4 puntos, por debajo de la frontera de los 50 puntos, que es la que marca la diferencia entre crecimiento y contracción, y lleva así tres meses. "Si al peligro real de Europa y EE UU de caer en una segunda recesión le sumamos el enfriamiento de China, los problemas se multiplican", explica Daniel Pingarrón, de IG Market.
En Europa, tanto los datos de servicios como de manufacturas (el PMI, según las siglas que se utilizan en inglés) también han bajado de los 50,0 de agosto al 49,1.
Y los ciudadanos, los que van a las tiendas y hacen mover el ciclo productivo, no son optimistas. Ayer se supo que la confianza de los consumidores de la Unión Europea cayó este mes por tercer mes consecutivo al pasar de -16,8 puntos en agosto a -19,0.
Así, los grandes industriales del índice alemán DAX, como Salzgitter, Daimlerchrysler o Thyssen, sufrieron pérdidas de entre el 9,4% y el 7,7%. En España, todos los valores del Ibex acabaron la jornada en rojo, pero protagonizaron los principales descalabros la siderúrgica Arcelor (8,89%), Abengoa (7,31%) e Indra (7,26%). Entre sus grandes valores, Telefónica se depreció un 4,7% y BBVA o Santander han cedido un 5,46% y un 5%, respectivamente.
Es decir, que la banca sigue en caída libre. "La nueva rebaja del nota de la banca italiana por parte de dos agencias puso más presión al sector bancario europeo que, junto a los recursos básicos y el automovilístico, son los que más caían", apunta Pingarrón.
Además, como alerta Ignacio de la Torre, de UBS, "el crédito puede bajar". El círculo entre mercados de valores y economía productiva se retroalimenta. "La caída de las bolsas puede precipitar una caída del marco económica mundial", advierte José Luis Martínez Campuzano, de Citigroup.
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