La inflación vuelve a superar el 3% por el alza del tabaco y los carburantes

La alarma de una nueva recesión resuena en muchas previsiones, privadas y públicas, para el horizonte más próximo de las economías europeas, también la española. La debilidad de la demanda interna a lo largo y ancho de la zona euro es lo que ha dado vuelo a la amenaza. Con el consumo en el congelador, la resistencia de la inflación a enfriarse chirría. En general, es el elevado precio del petróleo y otras materias primas lo que complica la ecuación. En España, según desvela el IPC de septiembre, se suma el repunte del tabaco.

La última entrega del IPC confirma lo que ya adelantó el Instituto Nacional de Estadística hace dos semanas. En septiembre, la variación anual de los precios de consumo escaló al 3,1%, una décima más que el mes anterior. Se cierra así un periodo de descensos en la tasa de inflación, que llegó al 3,8% en abril, aupada por el calentón del mercado del petróleo tras las revueltas en el norte de África. En términos mensuales, el IPC refleja un aumento del 0,2%, que se debe en gran medida al inicio de la temporada de invierno en el sector textil.

El vaticinio de los expertos es unánime: a no ser que se produzcan eventos inesperados -subidas de impuestos, otra crisis en un productor de crudo-, el repunte de septiembre será una excepción. La comparación anual en la cotización del petróleo, que empezó a subir precisamente en octubre del año pasado, contribuirá a atenuar la inflación a partir de ahora. También debe influir que, desde julio, los precios que entran en esa comparación anual incluyen, en 2010 y ahora, la subida del IVA, un factor que explicó parte del alza de la inflación en los meses anteriores.

Carburantes y combustibles se mantienen entre los productos más inflacionistas (un avance anual del 16,4%). Sin embargo, el mínimo repunte de septiembre, según las cuentas del INE, debe más en esta ocasión al tabaco, que apenas equivale al 2% del gasto recogido en la cesta de bienes y servicios. La evolución del precio de tabaco está marcada por la subida de impuestos que el Gobierno aprobó en diciembre pasado (de media, un 8% más). El sector no solo trasladó todo el recargo al precio final, sino que encareció aún algo más las cajetillas, según advirtió el Banco de España. Hasta primavera, la variación interanual en el precio del tabaco rondó el 20%. El desplome de la demanda llevó a los fabricantes a una breve guerra de precios para recuperar consumidores. Pero en septiembre, la tasa interanual se encaramó al 12%, frente al 6,9% que marcaba en agosto.

En las previsiones de los expertos, es esa subida del impuesto del tabaco lo que determina el próximo escalón en el descenso de la inflación. Así, el Instituto Flores de Lemus cree que la variación anual de los precios se quedará en el 2,1% a finales de año, precisamente cuando el recargo al tabaco deje de pesar en la comparación. Y la Fundación de Cajas de Ahorros sitúa la inflación al cierre del año en el 2,3%.

La perspectiva para la zona euro es similar. Los datos de octubre y noviembre, si confirman la previsión de los expertos, serán determinantes para que el Banco Central Europeo se tome en serio la opción de bajar los tipos de interés, ahora en el 1,5%. Una decisión que, a juicio de los expertos del FMI, se antoja imprescindible para conjurar el riesgo de recesión en varios países europeos.

Los sindicatos UGT y CC OO advirtieron del efecto nocivo de un elevado nivel de inflación cuando muchas familias, afectadas por el paro y el recorte de salarios, están en una situación precaria. "Deberían establecerse elementos de política de control de precios en los productos básicos para las economías más modestas", reclamó el secretario general de CC OO, Ignacio Fernández Toxo. En un comunicado, el Ministerio de Economía optó por resaltar que la inflación subyacente, que no incluye los bienes más volátiles (petróleo y alimentos frescos), "sigue en niveles moderados", una variación interanual del 1,7% en septiembre.