"Si no es una huelga, se parece mucho"
Juan Ignacio Lema (Santiago, 1949) ha afrontado una época dura con los los controladores aéreos en el casi año y medio que lleva en el cargo, procedente del grupo constructor San José. En su mandato en AENA, el Gobierno ha aprobado un duro recorte en sus condiciones y la negociación del convenio colectivo no deja de tropezar. Lema asegura que eran de los que más ganaban de Europa y la mitad de eficientes que sus colegas alemanes o franceses.
Pregunta. El sector de los controladores aéreos tiene imagen de privilegiados por sus elevados salarios, pero en otro colectivo nos llevaríamos las manos a la cabeza si nos dijeran que el Gobierno les rebaja los sueldos un 40% a golpe de un decreto.
"Estamos abiertos a cambiar la jornada, pero debe ir con cambio en el salario"
"Este año vamos a contratar a unos 80 controladores aéreos"
Respuesta. Lo que el decreto consagra es una reforma profunda del sistema español de navegación aérea. Teníamos el sistema más ineficiente de Europa, con las tasas y los costes más altos, sobre todo del colectivo de controladores: el coste de un controlador español en 2008 era de unos 350.000 euros por año y su productividad, según datos de Eurocontrol, la mitad que la de los franceses, británicos alemanes... Se intentó de forma negociada cambiar la situación cambiando el convenio colectivo, que es del año 2004, pero no fue posible y el Gobierno aprobó ese decreto que no sólo afecta a las condiciones de los controladores. La ley busca equipararnos a los países de la UE en tarifas y costes, y por tanto jornadas, productividad y salarios. Otra medida es abrir el mercado español de la navegación aérea. El viernes se aprobó un decreto para regular las condiciones que deben tener las empresas para acreditarse como suministradores de servicios renavegación aérea porque AENA deja de ser un monopolio.
P. Lo primero que dijeron los controladores al conocer esta medida es: "Ahora entendemos esa campaña de acoso y derribo, para poder justificar que se privatizan las torres de control".
R. Lo niego totalmente. No hay ninguna campaña de acoso y derribo. Pero además no se va a privatizar el control. Los centros de ruta seguirán en AENA y en algunas torres de aeropuertos la palabra correcta es externalizar. La responsabilidad sigue siendo del aeropuerto. No hacemos nada distinto de lo que se está haciendo ya en la UE.
P. Hay controladores -el presidente del sindicato sin ir más lejos- que dicen que trabajan 28 días en un mes. Da miedo.
R. Esos datos no son correctos. Trabajan estrictamente y lo que marcan las leyes. La ley especifica que trabajarán 1.670 horas, más 80 extraordinarias voluntarias y no más de 200 horas al mes, que los turnos máximos no serán de más de 12 horas y con descansos el 33% del tiempo de noche y el 25% de día. Se está respetando con todo cuidado la normativa.
P. Pero la jornada ordinaria ha aumentado. Tienen partes médicos de estrés, taquicardias... ¿Cree que mienten?
R. La jornada no ha crecido. Este año trabajarán 1.670 horas, el año pasado trabajaron 1.750, y los años anteriores trabajaban una media de 1.800. La diferencia es que 1.200 las cobraban a precio de convenio y 600 las cobraban como extra, casi al triple que las otras, y ahora las cobran a precio normal. Es la única diferencia. No hay razón para ese nivel de estrés que alegan. Al contrario, nos extraña porque el colectivo de los controladores todos los años se somete a un examen muy riguroso para medir al estrés, y su nivel de absentismo debería ser menor. La media de absentismo de AENA se sitúan en el orden del 5% y la media de los controladores se fue del 14%, con picos por ejemplo esta última semana en Barcelona del 36% y del 45%. Es una situación inexplicable.
P. Lo que argumentan los controladores es que AENA manda a trabajar a gente que tiene baja larga, o de maternidad cuando saben que no irán a trabajar.
R. El 20 de cada mes se fijan los turnos del mes siguiente. Los que tienen permiso o baja de larga duración no se le programa, pero la Seguridad Social da bajas por semanas y la gente que se le va a acabar sí se les programa. El día que más gente faltó, el domingo, faltaron 24: siete avisaron ese día y otros seis más 48 horas antes.
P. ¿Hay huelga encubierta?
R. No lo sé, pero si no lo es, se le parece mucho.
P. Las mismas personas se hacen cargo de más aviones y por eso se producen retrasos...
R. Tampoco es verdad. El tráfico se está recuperando pero el número de operaciones, de aviones, es aún un 0,9% menor hasta junio respecto al mismo año.
P. ¿Hay déficit de controladores aéreos?
R. Creemos que hay suficientes controladores sobre todo si su productividad se pusiese a los niveles europeos. No obstante, se van produciendo jubilaciones, esperamos que se recupere el tráfico y saldrán 48 controladores en julio y 28 en diciembre, en total cerca de 80. Las últimas contrataciones fueron en 2006. A partir de 2007 el tráfico empezó a bajar y no ha recuperado ese nivel.
P. Teniendo en cuenta que sólo hay unos 200 controladores militares y que tienen otras ocupaciones, ¿la medida no es más ruidosa que otra cosa?
R. El miércoles por la noche había cuatro controladores convocados en el aeropuerto de Girona y hubo tres que se pusieron enfermos, no conseguimos sustitutos a tiempo, y la torre estuvo con un único controlador. Durante sus horas de descanso estuvo cerrado el aeropuerto. Si eso se produce de día en un aeropuerto más importante, el perjuicio es inmenso y el ministro de Fomento lo ha planteado para garantizar un derecho ciudadano en estos casos.
P. La comunicación de incidencias se ha multiplicado.
R. A partir del decreto la comunicación es mayor, pero no las incidencias que reportan los pilotos o de mantenimiento, sino las de controladores y las relacionadas con temas laborales, con lo que pensamos que por una parte está relacionado con su incomodidad.
P. Lo más sensible en la negociación del convenio es la jornada y el salario. ¿Son innegociables?
R. No. Es negociable todo en el marco de la ley y ésta dice que la máxima será de 1.670 horas al año. El objetivo es poner en la media europea los salarios y la productividad. Estamos abiertos a cambiar la jornada, pero el cambio debe ir acompañado del cambio de costes y la mejora de la productividad.
P. ¿Se podría bajar la jornada si se abarata?
R. Si se abarata y se mejora la productividad, de manera que las tasas sean iguales o más bajas que las de nuestros competidores europeos. A nosotros nos parece que la jornada tendría que ser esa (1.670 horas), pero si a los controladores les parece que tendría que ser menor, pues estamos dispuestos a estudiarlo siempre que se estudie el salario que corresponde a esa jornada menor y la productividad que va acompaña.
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