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El gran pacto laboral entre sindicatos y empresarios se aleja

Las negociaciones siguen encalladas pese a la participación de los líderes

Manuel V. Gómez

Los líderes de los sindicatos y los empresarios tomaron ayer las riendas de la negociación para alcanzar un gran pacto laboral. Ignacio Fernández Toxo por CC OO, Cándido Méndez de UGT y Juan Rosell por la CEOE, se vieron las caras por la mañana en la sede de la patronal para enderezar el rumbo de unas conversaciones que se habían torcido la víspera de Reyes. No lo lograron, según varias fuentes de la negociación. La distancia sigue siendo enorme y cada vez queda menos tiempo para llegar al viernes, fecha límite para cerrar el pacto.

Ninguna de las dos partes tira todavía la toalla. De hecho, ayer por la tarde, tras la reunión de los líderes por la mañana, hubo un encuentro entre técnicos. Y hoy está previsto que Méndez, Rosell y Fernández Toxo se vuelvan a ver. Pero el pesimismo cunde, tanto que ayer varios interlocutores y observadores cercanos de las negociaciones comparaban lo que está sucediendo estos días con lo que pasó el pasado mayo. Entonces las conversaciones para una reforma de la negociación colectiva descarrilaron a última hora, justo cuando el pacto parecía más cercano, por las exigencias in extremis de la CEOE.

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Conscientes de la insalvable distancia que hay en temas como contratación, convenios y despido, estos días sindicatos y empresarios tratarán de salvar las partes de las conversaciones en que el acuerdo está cerrado o próximo. Y, sobre todo, se aplicarán a buscar el pacto sobre salarios. No será fácil.

Ayer, Méndez, Toxo y Rosell no pudieron salvar los escollos en esta materia. La CEOE quiere que los salarios se congelen en 2012 y 2013; para 2014 estaría dispuesta a que hubiera una ligera subida si la situación económica mejora. Los sindicatos no quieren oír hablar de congelación ni en pintura. Están dispuestos a pactar que los sueldos suban menos que la inflación este año y el próximo. Pero el tercer año quieren que se garantice que los trabajadores podrán recuperar el poder adquisitivo, algo que la patronal rechaza de plano. Esto supone repetir los plazos temporales del pacto de moderación salarial alcanzado a comienzos de 2010 y que ha acabado por incumplirse por la recaída en la recesión.

Otro punto importante a aclarar estos días, será la forma en que se presentarán al Gobierno los puntos en los que se logren pactos. La pretensión de la CEOE es buscar una redacción que deje las manos libres al Gobierno en la reforma laboral que prepara por si fracasan las negociaciones. Los sindicatos, en cambio, rechazan esta posibilidad. Temen que el Ejecutivo, del PP, sea más proclive todavía a los empresarios de lo que lo fue el último Gobierno de Zapatero y legisle en dirección contraria a sus intereses.

Hasta el momento, se han cerrado acuerdos en temas de menor entidad que los todavía abiertos. Y que, en buena medida, estaban ya muy avanzados con la Administración socialista. En concreto, hay pacto sobre mutuas y absentismo laboral. Sindicatos y empresarios han acordado que los médicos de las mutuas tengan mayor participación en la gestión de las bajas y las altas y que las empresas participen en el gobierno de estas entidades de forma proporcional al número de trabajadores que aportan. A cambio, la patronal está dispuesta a permitir que los representantes de los trabajadores puedan participar en los órganos de gobierno de estas entidades colaboradoras de la Seguridad Social.

Las otras patas del acuerdo corresponden al traslado a lunes de los días festivos para evitar los tradicionales puentes, el desarrollo de los acuerdos para resolver los conflictos laborales fuera de los juzgados y la renovación de los convenios de formación laboral.

El presidente de la CEOE, Juan Rosell, con C. Méndez, líder de UGT, y F. Toxo, de CC OO (izquierda).
El presidente de la CEOE, Juan Rosell, con C. Méndez, líder de UGT, y F. Toxo, de CC OO (izquierda).ULY MARTIN

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Sobre la firma

Manuel V. Gómez
Es corresponsal en Bruselas. Ha desarrollado casi toda su carrera en la sección de Economía de EL PAÍS, donde se ha encargado entre 2008 y 2021 de seguir el mercado laboral español, el sistema de pensiones y el diálogo social. Licenciado en Historia por la Universitat de València, en 2006 cursó el master de periodismo UAM/EL PAÍS.
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