Los extranjeros retiraron de la Bolsa española 18.623 millones en 2006

La Bolsa española ve ya caer más su actividad cuando es fiesta en Londres o en Nueva York que cuando lo es en Madrid o Barcelona. Los inversores extranjeros se han convertido en los grandes protagonistas del mercado. Según los datos oficiales de cierre del año a los que ha tenido acceso este diario, en 2006 acapararon una cifra récord del 58% de la contratación, con un saldo vendedor de 18.623 millones.

El mercado continuo de la Bolsa española negoció cerca de 6.000 millones de euros el 2 de mayo, fiesta de la Comunidad de Madrid, y otro tanto el 15 de mayo, día de San Isidro, patrón de la capital. La fiesta local apenas se notó en el mercado. Sin embargo, el lunes 28 de mayo la celebración del día de los caídos (Memorial Day) en Estados Unidos y del lunes de Pentecostés en Europa redujeron la contratación a una cuarta parte, menos de 1.500 millones de euros.

El protagonismo de la inversión extranjera en el mercado español se viene acentuando a lo largo de los últimos 10 años. Pero en 2006 alcanzó cotas récord, según los datos de cierre de ejercicio de la Dirección General de Política Comercial e Inversiones Exteriores.

En concreto, los inversores extranjeros protagonizaron el año pasado compras por importe de 664.757 millones de euros en el mercado continuo, el 57,78% del total. Las ventas fueron algo superiores, 683.379 millones, casi el 59% del total. Se trata de registros nunca vistos tanto en términos absolutos como relativos.

Saldo negativo

El saldo neto de las operaciones realizadas por los inversores extranjeros fue de 18.623 millones de euros, la mayor cifra desde 2002. Los inversores extranjeros vienen actuando como vendedores netos durante los últimos siete años, según los datos de Política Comercial e Inversiones Exteriores.

Desde el Servicio de Estudios de la Bolsa de Madrid, sin embargo, relativizan el significado de ese saldo neto. Según explican, las estadísticas no recogen como compras las operaciones de absorción de una empresa extranjera por una española mediante canje de acciones. Así, no se contabiliza como inversión extranjera en España, por ejemplo, la entrada indirecta de los accionistas de Abbey National en el capital del Santander o la de los de Scottish Power en Iberdrola. Sin embargo, si estos accionistas venden sus acciones, sí se considera una venta. Esa disparidad, en unos años en que las sociedades cotizadas españolas han salido a comprar empresas en el extranjero, sesga a la baja el saldo, según los expertos.

En todo caso, el creciente papel de la inversión extranjera va en paralelo a la pérdida de peso de los inversores particulares en la negociación directa. Pese a realizar más de la mitad de las operaciones (el 52% en 2006), los pequeños inversores movieron sólo el 5% del dinero que se negoció en Bolsa.

Buena parte de la actividad de los inversores extranjeros está relacionada con la alta actividad de concentración empresarial a través de ofertas públicas de adquisición (OPA), dentro de la cual merece una atención especial la batalla por Endesa. Muchos fondos extranjeros están especializados en este tipo de operaciones y toman posiciones a la espera de mejoras en las ofertas. El capital de la eléctrica rotó velozmente desde la oferta de Gas Natural.

En el caso de Endesa, además, Acciona actuó en el otoño como fuerte comprador y fueron mayoritariamente los fondos extranjeros los que vendieron sus participaciones al grupo constructor español. Septiembre y octubre fueron, precisamente los meses con mayor saldo vendedor por parte de los inversores extranjeros.