El crecimiento de EE UU sufre un bache por el menor consumo
Mike Duke está preocupado. El consejero delegado de WalMart admitía ayer que los clientes de la cadena en EE UU están "bajo mucha presión". Esa realidad se reflejó en el crecimiento económico del país, que en el primer trimestre sufrió una brusca desaceleración. La economía creció un 0,4% en el trimestre (que equivale a una tasa anualizada del 1,8%) frente al 0,8% del cuarto trimestre de 2010. El crecimiento interanual también se frenó hasta el 2,3%. "No hay duda que el alto precio de la gasolina está teniendo un impacto", dijo. También lo piensa Ben Bernanke. El alza de la gasolina, según el presidente de la Reserva Federal, reduce el poder de compra. Eso, en cifras, se tradujo en una desaceleración del consumo del 3,5% al 2,7% en un trimestre. El PIB estadounidense depende en dos tercios de lo que gastan las familias.
La espiral en el coste de la energía, combinado con el alza en el precio de las materias primas, también afecta a las inversiones de las empresas, que cayeron a la mitad en el mismo periodo, hasta un incremento del 11,6%. A esto se le suma la depresión que sufre el sector inmobiliario y la brusca caída en el gasto público, del 5,2% en el primer trimestre.
La recuperación en EE UU da así un salto atrás, hasta el segundo trimestre de 2010, cuando creció a un ritmo anualizado del 1,7%. Pero Bernanke confía en que esta inflexión sea transitoria. La proyección de los bancos de inversión es que vuelva al 3% en el tercer trimestre, y se crezca al 4% durante la segunda mitad del año. "Ni el alza en la gasolina ni la batalla para contener la deuda pública llevará a la recesión", señala el fondo BlackRock en una nota. Pero sí afectará a la curva de crecimiento si persiste.
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