Las cajas suman el 64% de la suspensión de pagos de Tremón

"Avalados por los resultados". Ésta es la frase que preside la página web de la inmobiliaria Tremón, una empresa de tamaño medio del sector, que ha presentado la segunda mayor quiebra (concurso de acreedores) por valor 1.000 millones, según las cifras de la empresa. También se han unido al concurso las filiales TRH, gestora de hoteles, y la promotora inmobiliaria Atlantis. La empresa pertenece a Hilario Rodríguez Elías, que se ha situado entre los españoles más ricos hace sólo un año.

Tremón es un jugador relativamente nuevo en el sector, ya que la empresa se fundó en 1993, pero también bastante agresivo. Ha adquirido buena parte de sus activos en los últimos años, es decir, en la parte alta del ciclo. Además, ha invertido en zonas costeras con un alto endeudamiento en proporción a sus recursos propios. Gestiona 13 hoteles de los que diez están en propiedad. También es dueño de aparcamientos públicos.

La empresa compró a precios caros al crecer en los últimos años del ciclo

Era un candidato para caer con el hundimiento del ciclo. Cuenta con unos 600 trabajadores, aunque la empresa afirma que "sólo unos 50 empleados trabajan en las empresas afectadas por la suspensión de pagos, aunque no están previstos recortes de plantilla".

En la lista de los principales acreedores facilitada por Tremón aparecen las principales cajas de ahorros, al igual que sucedió con Martinsa Fadesa. En el caso de Tremón, las cajas tienen 578 millones de la deuda, lo que supone el 64% de los 934 millones que se desglosan en la lista. Sin embargo, Tremón reconoce deudas por 76 millones más aunque no ha detallado con quién. La deuda de algunas cajas, (ver listado) como la de la CAM, Caja Castilla-La Mancha o Caja Sur es relativamente alta en proporción a sus beneficios.

La empresa lamentó que las entidades financieras no hubieran dedicado más atención a la situación de su balance porque consideran que "los activos son mucho más valiosos que el importe de la deuda. Hemos intentado la refinanciación de la deuda hasta el final, pero fue imposible", comentaron fuentes de la empresa. Al cierre del pasado año, y según la valoración de dos firmas independientes, presentaba un valor de 3.542 millones, si bien la compañía admite que actualmente sería inferior por la devaluación del mercado.

Según Tremón, que intentó dos veces sin éxito salir a Bolsa, no fue una promoción o un proyecto concreto el que precipitó la caída. "Y casi no hay pisos en venta por lo que no dejaremos a clientes colgados sin su vivienda", afirmaron. No obstante, algunos subcontratistas de una de las filiales del grupo denunciaron a Europa Press que llevan desde el pasado mes de mayo intentando cobrar. Además, el grupo está posicionado en el exterior, fundamentalmente en el Este de Europa y Marruecos.