Trident cierra su fábrica en Barcelona

La dirección de la multinacional Cadbury España informó hoy al comité de empresa en Barcelona del cierre de su planta de chicles Trident, lo que supone el despido de los 170 empleados que trabajan en la factoría, ha informado hoy la empresa. La compañía asegura que transferirá la producción de la planta catalana a otras instalaciones del grupo en Europa, y dejará en Barcelona la estructura comercial, financiera y de marketing de la multinacional en España.

Cadbury, que cuenta con oficinas y fábricas en Barcelona, Madrid, Valladolid y Ateca (Zaragoza), asegura que la decisión de cerrar la planta barcelonesa, especializada en la fabricación de chicles, responde a la necesidad de "mejorar los niveles de eficiencia de la compañía en la red productiva". Es por ello por lo que la multinacional ha optado por transferir la producción de la planta de Barcelona "a otras fábricas del grupo en Europa".

"En Cadbury estamos constantemente revisando la capacidad de nuestras plantas para asegurar que mantenemos nuestra competitividad y para asegurar la sostenibilidad de la compañía", señala la firma en la nota. Cadbury, propietaria de conocidas marcas de confitería como Trident, Halls, Huesitos, Tokke o Respiral, ha manifestado su predisposición a abrir un proceso de diálogo y negociación con los representantes legales de los trabajadores para tratar de minimizar el impacto de esta medida. La compañía tiene alrededor de 50.000 empleados en todo el mundo.

Esta noticia se suma a otras muchas de despidos y expedientes de regulación de empleo en España, especialmente en el sector de la construcción y en el de la industria automotriz, donde la última mala noticia se ha dado en la factoría de Ford en Almussafes, donde 1.100 trabajadores han sido enviados a su casa hasta final de año por la caída de la producción.