Trabajo afirma que "no es un buen momento" para el ajuste de plantilla de Telefónica

El ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, ha lamentado la noticia de que Telefónica estudia reducir su plantilla en España en un 20% durante los próximos tres años, lo que supone entre 5.600 y 6.400 empleos, ya que "desde luego no es un buen momento para un recorte de ese tamaño". En rueda de prensa junto al titular de Educación, Gómez ha apuntado, no obstante, que la compañía tiene "una gran tradición de consenso y diálogo en circunstancias similares", por lo que espera que los posibles recortes se hagan también "por acuerdo".

"Sabemos que nuestras compañías tienen que competir a nivel internacional y que tienen sus necesidades", ha admitido el ministro, quien ha señalado que, llegado el momento, Telefónica abrirá "el proceso habitual de pactar con los representantes sindicales". "Telefónica posee una tradición de consenso" en reducciones de plantilla anteriores, por lo que "esperamos que sean capaces de tomar las decisiones necesarias para alcanzar acuerdos como lo hicieron en el pasado", ha concluido Gómez.

El sindicato mayoritario UGT no aceptará un ajuste sin consenso

La compañía asegura que negociará de "inmediato" con los sindicatos

Telefónica ha adelantado hoy que planea reducir su plantilla en España en un 20% durante los próximos tres años. La medida ha sido anunciada por Guillermo Ansaldo, presidente de Telefónica de España, en la segunda jornada de la convención de inversores que celebra la compañía en Londres.

La operadora ya ha precisado que pretende que el ajuste de personal, en caso de materializarse, se produzca con el pleno acuerdo de los sindicatos, informaron en fuentes de la operadora. De hecho, el propio Ansaldo, a preguntas de los analistas, ha asegurado que el proceso contará con los sindicatos desde el principio: "La negociación con los sindicatos comenzará muy pronto, inmediatamente", ha señalado. Esa negociación, que incluye el nuevo convenio colectivo, abordará además ligar la subida de los salarios a la productividad y las externalizaciones.

Beneficios récord

El grupo difícilmente podría plantear un expediente de regulación de empleo (ERE) tras presentar unos beneficios récord de 10.167 millones de euros en 2010, los mayores conseguidos por una empresa española, y ser la filial igualmente rentable, señalan en fuentes sindicales.

El hecho de que Telefónica anuncie este recorte de plantilla precisamente en el año en que acaba de presentar esos beneficios (aunque gran parte de ellos se deben a un ajuste contable por la compra de Vivo) y de distribuir 7.300 millones de dividendo (también récord) no ha sentado nada bien tampoco en el Gobierno, según fuentes del Ejecutivo. Máxime cuando César Alierta ha sido uno de los invitados que más protagonismo ha tenido en las reuniones que ha convocado el presidente José Luis Rodríguez Zapatero con los principales empresarios para superar la crisis, como la que mantuvo el pasado día 26 de marzo, en la que el presidente de Telefónica se sentó en la mesa de la presidencia.

Telefónica ya anunció el pasado mes de febrero con motivo de la presentación de resultados de 2010 varias medidas para reducir costes. Entre las que están ya en marcha figura una reducción del 6% en mandos directivos intermedios para lo que contaba con una dotación de 202 millones de euros, y la desligar paulatinamente la subida de sueldos de la inflación o la de adoptar estructuras más flexibles. En principio, el ajuste solo afectará a la actividad de telefonía fija e Internet, que ocupa a 28.000 empleados, aunque la plantilla total en España asciende a 32.000 personas, según precisaron en fuentes de la compañía.

UGT, el sindicato mayoritario en el comité de Telefónica tras las últimas elecciones sindicales del 1 de abril, no ha tardado en reaccionar. El sindicato ha asegurado que ninguna medida debe abordarse desde la óptica de la "unilateralidad" y que, si bien es "consciente" del contexto económico general y del "convulso" momento que se está viviendo tanto en el sector de telecomunicaciones y como en Telefónica, cualquier plan de contingencia debe estar "justificado, explicado y argumentado".

UGT ha añadido que como requisito mínimo las medidas que se adopten en los procesos negociados incluyan los principios de "universalidad, no discriminación y voluntariedad" y que se contemple además, para los trabajadores que se queden en la empresa, garantías de empleabilidad y actividad, creación de empleo e integración de colectivos.