Repsol compra a los acreedores de Sacyr el 10% de sus acciones por 2.572 millones
El grupo constructor rompe el pacto de sindicación con la mexicana Pemex - Luis del Rivero abandona su puesto en el consejo de la petrolera
El final de las grandes batallas empresariales y financieras suele escribirse con números. En el caso de la pugna Sacyr-Repsol, también. Repsol anunció ayer la compra por 2.572 millones de euros de 122 millones de acciones propias, un 10% de su capital, a los bancos acreedores de su primer accionista, el grupo constructor Sacyr Vallehermoso, que era propietario del 20,01% de Repsol desde 2006. La compra va acompañada de otros hechos relevantes: Sacyr y Pemex abandonan el pacto de sindicación de acciones que firmaron en agosto y el expresidente de Sacyr, Luis del Rivero, dimite del consejo de la petrolera dos meses después de ser descabalgado de la presidencia de Sacyr. El grupo constructor mantiene a Juan Abelló en el consejo de la petrolera.
Pemex podría ser compensada por no interferir en la solución alcanzada
Repsol baraja utilizar parte de las acciones para pagar a los accionistas
El desenlace de la operación ha sido agónico. El grupo constructor estaba obligado a devolver y/o refinanciar hoy mismo el préstamo de 4.936 millones de euros con el que adquirió las acciones de Repsol hace cinco años. Entre fuertes tensiones con los 38 bancos acreedores y al límite del tiempo, Repsol decidió acudir a un rescate que, en principio, beneficia sus intereses. Con la compra, la petrolera cierra definitivamente la guerra por el control que abrió el expresidente de Sacyr, Luis del Rivero; además, fuerza la salida de este de su consejo y propicia la ruptura del pacto entre Sacyr y la petrolera estatal mexicana Pemex que el propio Del Rivero ahormó en agosto pasado para disputar a Brufau el timón de la compañía.
La petrolera española debatió y aprobó la compra el pasado domingo, en un consejo extraordinario. Todo para evitar una venta "masiva y desordenada" de títulos propiedad de Sacyr perjudicial para el valor de la petrolera. La compañía que preside Antonio Brufau explicó así la operación: "la falta de acuerdo entre los bancos y Sacyr Vallehermoso habría producido un escenario de incertidumbre prolongada en esa compañía, lo que resultaría dañino para la cotización de Repsol".
Se trataba, explican fuentes al tanto de la operación, de buscar una salida "en la que todos ganaran". Con Repsol taponando una vía de entrada a la inestabilidad, la pregunta es qué gana el resto de los actores implicados, de Sacyr a los bancos, pasando por Pemex.
En el caso de Sacyr (asesorado por Lazard), el resultado es claro. A cambio de ceder a los acreedores bancarios la mitad de su paquete en Repsol, reduce carga de deuda y propicia la refinanciación del resto del crédito, 2.447 millones, para cuya devolución hay nueva fecha: 31 de enero de 2015.
Para los bancos acreedores, entre los que ha habido posturas muy diversas, lo más positivo es que cobran. Recuperan de un golpe la mitad del crédito que concedieron a Sacyr, más una sustanciosa comisión. Quien cobra, descansa. Y, en este caso, los 2.572 millones recibidos de Repsol cubren por completo la parte del crédito amortizada. Se aseguran, además, condiciones mejoradas en cuanto a garantías para la parte del crédito que refinancian.
Queda Pemex. Sacyr, según la comunicación de Repsol a la CNMV, ha comunicado que "da por resuelto" el pacto de sindicación (29,8% del capital de la petrolera) que firmó Del Rivero. Teóricamente ese pacto se mantiene, si bien fuentes cercanas a la operación aseguran que hay un acuerdo "verbal" para romperlo que habrá que poner negro sobre blanco y darle valor jurídico. La ruptura, no obstante, no dejará en mal lugar a Pemex (9,8% del capital). Según las fuentes consultadas en las empresas y entre los bancos, Pemex podría aceptar ser compensada con más presencia en alguna de las áreas de negocio de Repsol. De hecho, el documento que elaboró Pemex para explicar su acuerdo con Sacyr en Repsol resaltaba el interés por el crudo ecuatoriano que extrae la petrolera española o las operaciones con petróleo ruso.
Con el panorama más despejado tras meses de batalla, Repsol asegura estar en condiciones de iniciar "una nueva etapa con una estructura accionarial más estable". Pero tendrá que aclarar que va a hacer con el paquete de acciones recién adquirido. De acuerdo con el hecho relevante enviado a la CNMV, la petrolera contempla las siguientes opciones: "venta a inversores institucionales y/o inversores estratégicos que contribuirán al cumplimiento de los objetivos a largo plazo de Repsol" o la utilización de parte de ese paquete accionarial "como fórmula de remuneración al accionista".
Con esas posibilidades abiertas, la búsqueda de socios estratégicos en un contexto de crisis no es fácil. A la sombra de Sacyr y de su ex presidente, Luis del Rivero, se anunciaron contactos con importantes grupos rusos, chinos, indios y de América Latina para cambiar el paso a la dirección de Repsol encabezada por Brufau. Ningún contacto, alguno de ellos anunciado a bombo y platillo, llegó a fructificar, pero aún cabe que se retomen con más calma.
El acuerdo en Repsol cayó bien en Bolsa. Las acciones de Sacyr Vallehermoso subieron un 8,32% (hasta 4,362 euros) mientras que los títulos de la petrolera ganaron un 2,48% y cerraron a 22,725 euros.
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