Rato pone al vicepresidente de Banca March al frente de Bankia

Bankia ha dado un paso más para su salida a Bolsa. Ayer nombró a Francisco Verdú (Alcoy, 1955) consejero delegado de la filial que saldrá a cotizar con el grueso del negocio financiero del Banco Financiero y de Ahorro (BFA), la entidad formada por la unión de Caja Madrid, Bancaja y otras cinco cajas.

El Banco de España, los bancos de inversión y los reguladores llevaban tiempo reclamando a Rodrigo Rato, presidente del BFA y de Bankia, que fichara un número dos para que se encargue del día a día de entidad, que se enfrente al reto del parqué, la profunda atonía del negocio y a la mala situación del mercado inmobiliario. Bankia es más de 20 veces más grande que Banca March, lo que indica la magnitud del reto de Verdú. El nuevo ejecutivo será presentado como el gestor capaz de enderezar el rumbo de Bankia, ante el cambio de responsables que reclaman los inversores.

El nombramiento del consejero delegado es clave para salir a cotizar

Viene de gestionar con éxito una entidad 20 veces más pequeña

El alcoyano es un profesional con 30 años de experiencia en la banca, donde ha recorrido todos los escalafones hasta llegar a la vicepresidencia de Banca March. Inició su carrera en el grupo Banco de Vizcaya-BBV. Participó en la integración de las entidades que formaron el grupo Argentaria (Caja Postal, Banco Exterior, Banco de Crédito Local). Su carrera profesional siempre ha estado ligada al mundo financiero, donde ha ocupado diversos cargos en entidades como Argentaria, Banco Vizcaya, Caja Postal. En 1996 fue fichado para impulsar Banca March, donde fue nombrado consejero delegad. Hasta su incorporación a Bankia desempeñaba el puesto de vicepresidente de Banca March y presidente de su comisión delegada. Ha sido consejero de varias sociedades, como Banco Crédito Agrícola, Media Planning, ACS o Corporación Financiera Alba, entre otras.

Rato destacó ayer, en una nota de la entidad, que "a lo largo de su dilata experiencia en algunas de las principales entidades bancarias españolas, Francisco Verdú ha demostrado una extraordinaria capacidad para integrar equipos y redes bancarias y un rigor ejemplar en la gestión de riesgos". Por su parte, Verdú añadió que tras su nombramiento que asume el reto "con el convencimiento de que Bankia es un proyecto ganador, basado en una red sólida y un magnífico equipo".

Rato ha llevado personalmente el proceso de selección, en el que ha habido otros candidatos, entre ellos algunos prejubilados de la gran banca y directivos con perfil más político. La elección de Verdú fue una decisión inesperada. En el mercado había ayer opiniones contradictorias sobre este movimiento. Dentro de la entidad se resaltaba que "viene del Vizcaya, una entidad netamente comercial, y tiene una gran capacidad para crear equipos". Sin embargo, no se oculta que la Banca March es una entidad con gran peso en la gestión de patrimonios más que en el negocio comercial más puro, aunque cuenta con una red significativa de oficinas en las islas.

Otros ejecutivos rivales ponían el acento en el problema de cambio de dimensión, que es enorme. Por ejemplo, la cartera de créditos que ha manejado Verdú hasta ahora es de 8.700 millones frente a los de casi 200.000 millones de Bankia. Este redimensionamiento le obligará a tomarse un tiempo antes de controlar la nueva entidad, lo que puede hacer difícil que se cumpla el calendario de salida a Bolsa para julio. No hay que olvidar que Bankia está en pleno proceso de integración de siete cajas de ahorros. Una de sus primeras labores será completar el folleto de emisión de la salida a Bolsa, donde quedará reflejado el esquema directivo. Verdú estará por debajo de Rato y le reportarán los cuatro directores generales de las áreas comercial, financiera, medios y participadas. Ante los inversores es clave presentar un nuevo gestor que les convenza de que será capaz de hacer que Bankia sea una inversión rentable.