Isla toma el relevo de Ortega al frente de Inditex y garantiza continuidad

Pese a ser un nombramiento anunciado desde hace tiempo, fruto de un proceso iniciado mucho antes de su entrada en 2005 en la multinacional, a Pablo Isla le pudo la emoción al convertirse ayer formalmente en presidente ejecutivo de Inditex.

Le costó retener las lágrimas cuando quiso cerrar la junta general de accionistas dando las gracias y proclamando, con la voz entrecortada por la emoción, su admiración por el fundador del imperio español del textil, Amancio Ortega. Este último, que sigue siendo el accionista mayoritario y miembro del consejo de administración, pasa el testigo "pero seguirá participando activamente en la vida de la compañía", aseguró Isla en una rueda de prensa posterior.

"Hoy no hay ninguna ruptura sino que es un paso más en la vida continuada de la empresa", afirmó el nuevo presidente al enmarcar su nombramiento en "la culminación de un proceso iniciado hace diez años con la salida a bolsa" del grupo que comercializa las marcas de Zara, Pull&Bear, Bershka o Massimo Dutti.

Pablo Isla, de 46 años, reseñó estar "agradecido, ilusionado y motivado" para tomar las riendas "con sentido de responsabilidad" de este gigante del textil, aunque insistió en subrayar sus deseos de continuidad. "La clave de Inditex es el conjunto de los equipos que la forman y seguiremos con nuestra prioridad de seguir creciendo, sobre todo en los mercados europeos y asiáticos", dijo el presidente de un grupo que pese a la crisis y fuerte descenso del consumo cerró 2010 con un crecimiento de casi el 60% de sus ventas y un beneficio neto de 1.732 millones de euros.