El Gobierno subastará las frecuencias de móvil para sanear las cuentas públicas
Industria espera lograr de las compañías entre 1.500 y 2.000 millones
Las pensiones o el cheque-bebé no son las únicas materias donde el Gobierno ha tenido que dar marcha atrás por la amenaza del déficit. Cuando este aprieta no queda más remedio que rectificar y... recaudar. Ahora le toca el turno a las compañías de telefonía móvil. El Gobierno va a subastar en el segundo trimestre de este año las bandas de frecuencias que quedan libres, en lugar de utilizar el procedimiento de concurso como estaba previsto. Con este modelo, en el que las compañías pujan libremente por hacerse con esas frecuencias y que han empleado países como Alemania, el Ejecutivo espera recaudar entre 1.500 y 2.000 millones de euros.
En concreto, el Gobierno va a recurrir a un procedimiento mixto concurso-subasta para dar salida a 310 megahercios (Mhz) que quedan libres como consecuencia de la reordenación de frecuencias de la anterior generación de telefonía móvil (GSM) y la que han dejado libres los servicios de televisión analógica (el llamado dividendo digital). Sin embargo, solo el 10% de esas frecuencias (20 Mhz) se adjudicarán por concurso, mientras que el 90% restante se subastarán al mejor postor. Hasta ahora, todas las adjudicaciones de frecuencias (telefonía móvil de segunda y tercera generación) se habían realizado por concurso, lo que desató las críticas de quienes señalaban que mientras que operadoras como Telefónica o Vodafone pagaban miles de millones por frecuencias en Alemania o Reino Unido, en España le salían casi gratis.
Hasta ahora se habían adjudicado por concurso
Alemania logró 4.384 millones en su puja del año pasado
Con todo, el ministro de Industria, Miguel Sebastián, que anunció la medida en el Congreso Mundial de Móviles (MWC) que se celebra en Barcelona, defendió que se ha optado por la subasta, porque es "el modelo más transparente" para las operadoras, y que no se pretendía un "efecto recaudatorio", aunque reconoció que este procedimiento tenía la ventaja "adicional" de llenar las arcas del erario público.
Fuentes de Economía señalaron que aún es pronto para determinar qué parte computará para reducir el déficit. No todo será recaudación, ya que unos 800 millones deberán ser destinados a los costes de transición de la nueva televisión digital terrestre, que obligará, entre otros gastos, a volver a reorientar las antenas y reprogramar los descodificadores. Industria calcula además que las operadoras movilizarán 1.200 millones de inversión y se crearán 40.000 empleos de aquí a 2013.
El anuncio de Sebastián despeja la principal incógnita en materia de telecomunicaciones del actual Gobierno. La explosión de los servicios de datos a través del móvil por los nuevos aparatos como los smartphone (teléfonos inteligentes), los portátiles y las tabletas, que precisan de conexión móvil a Internet ha convertido esas frecuencias en el maná deseado por todas las compañías, que temen el colapso de sus redes. Solo entre 2009 y 2014, el tráfico de datos en redes móviles se multiplicará por 40, según los cálculos de Industria, lo que hace de las frecuencias oro radioeléctrico para las compañías
El método de la subasta ha sido el empleado por el Ejecutivo alemán, que en 2010 obtuvo 4.384 millones con la operación, aunque el país germano tiene el doble de población. Telefónica, que opera en Alemania a través de su filial O2, pagó 1.380 millones por un bloque de frecuencias.
En 2005, Industria optó por el concurso en la asignación de frecuencias de 900 Mhz. En 2000 se produjo el mismo debate con la asignación de las frecuencias de la tercera generación (UMTS), y mientras las operadoras -entre ellas Telefónica y Vodafone- pagaron miles de millones (más de 8.000 millones solo en Alemania y más de 5.000 en Reino Unido), en España apenas tuvieron que hacerlo ya que solamente tuvieron que aportar 400 millones.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.