Francia retrasa dos años la edad legal de jubilación y la fija en 62
Los sindicatos convocan una protesta para el 24 de junio
Jubilarse a los 60 años, una de las medidas consideradas un símbolo de la época del socialista François Mitterrand, está a punto de caer en Francia. El ministro de Trabajo galo, Eric Woerth, reveló ayer en un discurso el esperado (y polémico) proyecto de reforma de pensiones del Gobierno francés, que prevé retrasar a 62 años la edad legal de jubilación.
Todo se hará paso a paso, empezando el año que viene y terminando en 2018. De este modo, los nacidos en 1950 aún gozarán de la larga jubilación actual. Los que nacieron en 1951 ya se jubilarán a los 60 años más cuatro meses. Los de la quinta de 1952, a los 60 más ocho meses, y así progresivamente.
Las razones ya las aportó el martes el presidente Sarkozy: "Se vive más, pues se trabaja más". El déficit público, la pirámide de población y la mayor esperanza de vida obligan a esta reforma "coherente, justa e ineluctable", según Woerth. El Gobierno francés calcula que si no se aplican reformas, el actual sistema de pensiones galo pasará de costar los 32.000 millones de euros actuales a 42.000 en 2018.
Más de 41 años cotizados
El tiempo necesario para cobrar la pensión completa no cambia demasiado, aunque sube. De los 40 años actuales se pasa a 41 y tres meses en 2013 y 41 años y cinco meses en 2020 para alcanzar la pensión máxima. La edad a partir de la cual un trabajador que no ha cotizado el tiempo necesario para cobrar esa pensión máxima también se amplía, de 65 a 67 años.
Esta reforma, que aún deberá ser analizada por los agentes sociales y votada en la Asamblea Nacional francesa, presumiblemente en septiembre, donde la UMP, el partido de Sarkozy, goza de mayoría, también prevé, para la financiación del sistema de pensiones, de un incremento del 1% del impuesto de la renta para los que más ganan. Afectará a 342.000 hogares y recaudará 3.700 millones de euros el año que viene. También se tasarán más, para este mismo objeto, los rendimientos de capital, las plusvalías y las ganancias de las stock options.
La primera secretaria del Partido Socialista Francés, Martine Aubry, calificó esta reforma de "irresponsable". Los sindicatos, que consideran que los trabajadores menos cualificados cargan con la peor parte de la reforma, ya habían anunciado que no estaban de acuerdo en que se tocara la frontera de los 60 años y ya han anunciado una jornada de protesta para el 24 de junio.
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