Bruselas acusa a Alemania de favorecer a Magna con ayudas
Kroes pide a Berlín que repita el proceso de venta de Opel
Golpe de efecto a la venta de Opel a Magna. La comisaria europea de Competencia, Neelie Kroes, cree que hay "indicios significativos" de que las ayudas prometidas por Alemania al grupo austro-canadiense en la operación de rescate de Opel podrían violar las normas comunitarias. En otras palabras, Bruselas acusa al Gobierno de Berlín de haber favorecido ilegalmente, con la promesa de ayudas públicas, la oferta de Magna, puesto que ésta beneficiaba a las plantas alemanas en detrimento de las de otros países como España, Bélgica o Reino Unido.
El paquete de ayudas prometido por el Gobierno alemán para la nueva Opel, por valor de 4.500 millones de euros, "estaba condicionado de facto a la selección de un postor determinado, Magna". Además, estas subvenciones estaban supeditadas a "un plan de negocio previamente discutido y acordado con las autoridades alemanas, en particular por lo que se refiere a la distribución geográfica de las medidas de reestructuración" explicó la Comisión Europea en un comunicado.
Bruselas cree que esta condición ha afectado a la decisión adoptada por General Motors de vender Opel a Magna y a su socio, el banco ruso Sberbank, "dejando fuera planes alternativos que preveían una reestructuración diferente dentro de la UE".
Kroes, ha escrito una carta al ministro alemán de Economía, Karl Theodor zu Guttenberg, en la que le transmite sus "preocupaciones" y le avisa de que esta condicionalidad es "incompatible con el Tratado y con las reglas europeas sobre ayudas de Estado y sobre el mercado interior". Kroes pide al Gobierno alemán que permita a General Motors repetir el proceso de venta de Opel con garantías firmes de que el paquete de ayudas se concederá "independientemente del inversor o del plan industrial que resulte elegido".
En su carta, la comisaria recuerda al ministro de Economía alemán que las ayudas públicas que se concedan a Opel deben servir para afrontar los problemas provocados por la crisis, y "no pueden usarse para imponer obligaciones políticas". El Ejecutivo comunitario da así la razón a los Gobiernos de España, Bélgica y Reino Unido.
Mientras, en Zaragoza, los Gobiernos central y aragonés detallaron a los sindicatos la última propuesta de Magna para la fábrica de Figueruelas, que no constituye ningún avance sustancial: mantiene las líneas pero se lleva producción a Alemania. El lunes, las centrales la rechazarán.
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