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La crisis del euro

Los inversores se ceban con Portugal por temor a un contagio griego

Los mercados dudan que Lisboa pueda desligar su suerte de la de Atenas.- El país se hunde en la recesión entre draconianas medidas de austeridad mientras afronta una prima de riesgo récord

Todos los indicadores económicos portugueses rozan ya el "no va más". La prima de riesgo lleva subiendo de una manera constante desde hace semanas. Desde que el 13 de enero la agencia de notación Standard & Poor's rebajara la calificación portuguesa hasta equipararla a la de bono basura se ha incrementado en 294 puntos. Hoy ha llegado a los 1.364 puntos (la de España se mantuvo en 320). La rentabilidad de los bonos portugueses a diez años ha llegado al 15,4%; los de cinco años, al 20%. Son cifras jamás alcanzadas por Portugal desde que se encuentra en la zona euro. También sube el coste para asegurarse contra una posible bancarrota portuguesa, una bancarrota que, según la empresa CMA, especialista en estos cálculos de riesgos, alcanza el 71%.

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La razón de todos estos datos negativos es simple y terrorífica: los mercados dudan de que Portugal, haga lo que haga, consiga desligar su suerte de la de Grecia. Esto es: si Grecia, primer país que necesitó un rescate económico, necesita para evitar la bancarrota de una quita en la deuda, Portugal, colocado en segundo lugar en la lista y rescatado con 78.000 millones de euros en mayo de 2011, la necesitará también.

El primer ministro, el conservador Pedro Passos Coelho, aseguró solemnemente la semana pasada, en una visita oficial de Mariano Rajoy a Lisboa, que Portugal "no necesitará más dinero". Y el ministro de Finanzas, Vítor Gaspar, mantenía hace unos días también que "se puede estar empezando a cambiar la situación" a la vista de la emisión exitosa de deuda portuguesa, ocurrida el 19 de enero. Ya entonces, los especialistas avisaron: la deuda emitida era para corto plazo, a tres, seis y once meses. Y advirtieron de que los intereses para emisiones a más largo plazo no hacían otra cosa que subir.

Detrás de toda esta sombría prospectiva económica se encuentra también la recesión en la que se hunde el país. Según el Gobierno, Portugal vivirá en 2012 una retraída del PIB superior al 3%. El paro, que actualmente roza ya el 13%, subirá. Y el país gira en un círculo vicioso: el consumo y el latido económico rozan niveles mínimos y las draconianas medidas de austeridad emprendidas por el Gobierno para enjugar la deuda (congelación de salarios, eliminación de pagas extras, subida del IVA, entre otras) no ayudan a levantarlo.

La incertidumbre provoca caídas en las Bolsas europeas

Las dudas sobre la capacidad de los líderes europeos de edificar un cortafuegos suficiente para evitar el contagio de los problemas de Grecia ha provocado, por segunda jornada consecutiva, importantes ventas en las Bolsas. Con los descensos del viernes, los parqués de referencia del Viejo Continente han registrado su peor caída en dos sesiones desde noviembre, según datos de Bloomberg.

Entre los descensos generalizados, los que peor se han comportado han sido los bancos, sobre todo los franceses. De hecho, sus grandes entidades como BNP o Société Générale se han dejado más de un 6%. En cuanto a la evolución por índices, el peor parado junto al selectivo de París ha sido la Bolsa de Madrid, que ha cedido un 1,62% por el peso de la banca y la resaca la resaca de la bajada del 'rating' de España por parte de Fitch del pasado viernes. El Cac francés, por su parte, ha retrocedido otro 1,60%, el FTSE MIB de Milán un 1,20% y el Dax de Fráncfort un 1,04%.

Por nombres propios, IAG ha sido el único valor que ha repuntado en el selectivo (0,66%) gracias al buen comportamiento de su filial Vueling (25%). En el lado de las pérdidas, Gamesa ha sido el peor valor de la jornada con un descenso del 4,57%.

En los mercados de divisas el euro también ha cedido posiciones frente al dólar y se intercambiaba a 1,311 unidades del billete verde mientras, en la deuda, la presión contra los periféricos del euro aumentaba de forma generalizada, sobre todo contra Portugal. Ante el recrudecimiento del acoso, tanto la prima de riesgo de la deuda lusa como las rentabilidades exigidas a sus bonos han marcado récords.

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