La temible banda de Chile
Isla y Alexis Sánchez brillan por el ala derecha y desarticulan el entramado defensivo de Honduras
Aunque le falta una pizca de precisión en el remate, Chile posee una verticalidad y una rapidez en la transición sensacional, abrumadora. Lo padeció Honduras, aseado en lo defensivo, recogido en su campo y fiable en lo táctico. Pero no supo contener a dos ciclones , al lateral Isla y al extremo Alexis Sánchez (ambos juegan en el Udinese), que devoraron metros por la banda derecha y descuajaringaron al rival. Chile tiene una banda temible.
Asumido que la tarea de un lateral es defender, en el fútbol moderno brillan los que además descuentan rivales con sus zigzagueos, con sus arrancadas por el costado hasta la línea de fondo. El brasileño Maicon destrozó a Corea del Norte e Isla hizo lo propio ante Honduras. Resulta que el carrilero -aliviado cuando Bielsa alineó a tres centrales y le descargó un ápice de la contención- es un muelle, un auténtico escalador. Tiene piernas, regate, buen pie para el centro y capacidad para seleccionar con acierto los arranques. Honduras no supo retenerle porque en el mismo pedazo de terreno se desempeñaba Alexis Sánchez, un torbellino de bicicletas, requiebros y amagos, por más que en ocasiones pecara de individualista. Un aliado, en definitiva, perfecto.
Honduras 0 - Chile 1
Honduras: Valladares; Mendoza, Chávez, Figueroa, Izaguirre, Palacios, Guevara (Thomas, min.64), Álvarez, Núñez (Martínez, min.78), Espinoza y Pavón (Welcome, min.60).
Chile: Bravo; Isla, Medel, Ponce, Vidal (Contreras, min.81), Carmona, Millar (Jara, min.52), Fernández, Sánchez, Valdivia (Mark González, min.87) y Beausejour.
Goles: 0-1: Beausejour (min.34).
Árbitro: Eddy Maillet (SEY). Mostró cartulina amarilla a Carmona (min.4), Matías Fernández (min.19) y Wilson Palacios (min.33).
Incidencias: Primer partido del Grupo H del Mundial de Sudáfrica 2010, disputado en el estadio Mbombela de Nelspruit ante 32.666 espectadores.
Demasiado conservadora y timorata, poco dada al ataque, Honduras sólo realizó un disparo a puerta. Fue en una falta lejana que desbarató Bravo, con las manos un tanto temblorosas. Nada más de los 'catrachos', ordenados en el eje por Palacios, demasiado solo para combinar o asociarse. La desesperación la reflejó el ariete Pavón, un molinillo de gestos sin balón. El cuero, entonces, era de Chile. Y todo se enraizaba y definía desde el mismo costado, el derecho. Isla lanzó un amago, lanzó una carrera y llegó hasta línea de fondo con el balón controlado. Puso el balón al primer palo y allí acudió Beasejour, que se tiró en busca del remate. Tocó el cuero pero fue el defensa Chávez, demasiado impulsivo, el que no se retuvo y envió la pelota al fondo de las mallas. Gol y a otra cosa, a Alexis Sánchez.
Apagado Honduras y Chile sin demasiada mordiente, el juego lo absorbió Alexis Sánchez. Sus regates, galopadas y movimientos de cintura fueron de lo mejor del partido. Pero le faltó puntería en el remate, olfato goleador. Para eso está Chupete Suazo (jugó este año en el Zaragoza), que ayer calentó en la banda pero que no salió para no forzar sus músculos rebeldes. El trabajo estaba hecho, la banda de Chile se había encargado.
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