El motociclismo se interroga
La organización del Mundial investigará la muerte de Simoncelli para estudiar posibles mejoras en la seguridad, pero los expertos coinciden en que la causa fue su voluntad de no soltar la moto
Al igual que ya ocurrió hace ocho años cuando Daijiro Kato perdió la vida en el circuito de Suzuka (Japón), o la mañana siguiente al accidente en el que Shoya Tomizawa falleció, el año pasado, en Misano, la pregunta que la mayoría de moteros se hace una y otra vez es la misma: ¿Es posible evitar un desenlace tan terrible como el que tuvo lugar el pasado domingo en Sepang, donde Marco Simoncelli murió después de ser atropellado por Colin Edwards y Valentino Rossi? Esta cuestión también centrará la investigación que arrancarán los distintos actores que, de alguna forma, tuvieron algo que ver en la última desgracia que ha sacudido el Mundial de MotoGP. Desde 1992, este certamen lo gestiona Dorna, una compañía española afincada en Sant Just Desvern, en la salida de Barcelona por la Diagonal. Javier Alonso es uno de sus directores generales, una de las personas que más de cerca vivió el accidente de Simoncelli y la más indicada para detallar el proceso de recogida de datos que se avecina.
"Lo que hacemos es recopilar toda la información disponible: todas las imágenes de televisión de todas las cámaras, la telemetría de la moto, los datos que nos pasan los fabricantes del casco (AGV) y del mono (Dainese). Nuestro objetivo es saber si hay algo que podemos hacer para reducir la posibilidad de que cosas así vuelvan a pasar", explicaba ayer Alonso, desde Singapur, por teléfono. "Los técnicos de Honda ya nos pidieron que les dejáramos las imágenes en el circuito", añade el ejecutivo.
La secuencia que se vio en directo responde al criterio del departamento de televisión de Dorna. "Básicamente nos regimos por el sentido común. Debemos enseñar qué pasa, pero teniendo en cuenta que hay gente cercana al accidentado que solo tiene la información que ve por la televisión y no queremos herir su sensibilidad", cuenta Manel Arroyo, otro de los directores generales de Dorna, en su caso, encargado del departamento de televisión. "La cámara pinchada en ese momento era la que enfocaba al lugar en cuestión: la curva 11. Inmediatamente después, elegimos la repetición que mejor ilustraba por qué Simoncelli estaba en el suelo: la cámara instalada en el frontal de la moto de Álvaro Bautista, que circulaba detrás de Marco", tercia Sergi Sendra, jefe de realizadores de Dorna. "Hay imágenes que no han salido, que nos las guardamos, porque no aportan nada y son demasiado crudas", conviene Arroyo.
Hasta Sepang se acercó la Policía, en un procedimiento habitual; los estudios responden exclusivamente a la voluntad de conseguir que accidentes de este tipo sirvan, al menos, para incrementar la seguridad. Mientras el detonante de las caídas de Simoncelli y Tomizawa responden a un patrón muy similar, la de Kato es distinta. "Al final concluimos que entró demasiado rápido en la variante, pero, a la vez, también nos dimos cuenta de que el muro estaba demasiado cerca. Por eso dejamos de correr en Suzuka", recuerda Alonso. "Marco y Tomizawa intentaron recuperar la verticalidad. Shoya iba muy rápido y perdió la rueda delantera. En ese momento podría haberse erguido e ido fuera, pero habría perdido dos o tres segundos. Intentó volver a la pista, y la moto le escupió y le dejó en medio. Simoncelli se quedó agarrado al manillar, descabalgado, y por eso se cruzó en el camino de Colin y Vale", desarrolla Alonso.
La naturaleza de los hechos dificulta mucho que nadie pueda extraer una conclusión clara que defina el camino a seguir para dar un paso adelante en la prevención de este tipo de fatalidades. "A ver si con toda la electrónica que incorporan estas motos podemos entender cómo evitar estos casos", añade del directivo. Su escepticismo es más que lógico. Conseguir que la centralita electrónica corte el encendido es relativamente fácil, solo es cuestión de software, y lo mismo ocurre, por ejemplo, con el agarre de los neumáticos -Simoncelli era el único de los pilotos que arrancaron en las dos primeras filas de la parrilla que equipó la especificación más dura en el neumático trasero, el que le hizo perder el equilibrio a mitad de la curva-. Por contra, influir en la voluntad de alguien es algo mucho más difícil, también en la de un piloto que se resiste a soltar su moto cuando considera que puede salvar una caída.
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