Una 'mancha' de 165 millones

De la noche al día, el Barcelona ha pasado de ser el único club que no manchaba su camiseta con suculentos patrocinios -Unicef reporta otras cosas, no dinero, y al club le cuesta 1,5 millones de euros anuales- a firmar "el contrato más elevado de la historia del fútbol", según el vicepresidente económico de la entidad azulgrana, Xavier Faus. El Barça será patrocinado por la Qatar Foundation los próximos cinco años e ingresará un mínimo de 165 millones de euros a cambio de lucir su nombre en la camiseta.

El contrato contempla el ingreso de 30 millones anuales por la publicidad hasta 2016, además de otros 15 que ingresará este curso por una serie de derechos comerciales a partir de enero. El acuerdo prevé igualmente el ingreso de un máximo de otros cinco millones de bonos por título. Además, la vinculación contractual implica la celebración de un partido amistoso por año y el desarrollo de una serie de proyectos benéficos en Asia y África, con la participación de Unicef, la marca que ocupa actualmente la pechera del equipo azulgrana y que seguirá vinculada al club -es más, ya estudia la ampliación de su contrato, que termina en septiembre de 2011-.

"No se puede ser solidario sin tener dinero", explican en el club azulgrana

La preocupación de la directiva por la deuda, de unos 430 millones, por el déficit que genera el club -se preveía el cierre del presente ejercicio con pérdidas 20 millones- y un presupuesto de unos 400 millones, ha obligado a romper con una tradición centenaria.

Faus reconoció que el contrato nunca se hubiera firmado de no existir una situación económica tan delicada: "Nuestra primera obligación es gobernar el club. No se puede ser solidario sin tener dinero. Renunciar a este tipo de contratos es muy difícil. Hubiéramos puesto en peligro el proyecto deportivo del club".

El lunes próximo, día en que se presentará el acuerdo -con la presencia del presidente Sandro Rosell, los representantes de Qatar Foundation y la presidenta de Unicef en España, Consuelo Crespo- las partes deberán resolver una serie de interrogantes. Uno de ellos: si Rosell ya se ha desvinculado de todos sus negocios, como prometió al acceder a la presidencia, fundamentalmente de los que tenía en Qatar, país al que unían relaciones comerciales y donde montó una escuela de fútbol. Otro de los interrogantes es conocer la opinión de Unicef, así como saber cómo coexistirán ambas marcas. Según explicó Faus, aunque el objetivo del Barça es buscar la manera de unificar los dos logotipos, la última palabra la tendrá siempre Qatar Foundation. En cualquier caso, dijo, el compromiso del Barcelona es mantener siempre el logotipo de Unicef en su camiseta.

El vicepresidente azulgrana, consciente de que la noticia no será bien aceptada por todos los socios -no se someterá a la aprobación de la asamblea en virtud del acuerdo ya adoptado en 2003 para que la junta pudiera incluir publicidad en la zamarra-, explicó que la directiva se siente muy cómoda con este acuerdo "por tratarse de una organización sin ánimo de lucro". Qatar Foundation, que no es una ONG, según afirmó Faus, es una fundación que recibe fondos del gobierno de Qatar y está vinculada a la casa real -fue fundada por el emir qatarí y está presidida por su esposa, Sheija Muza-. Se dedica a la promoción de la educación, la cultura y el deporte de Qatar.

Además, el Barça quiso justificar el acuerdo al explicar que el país es "progresista": "Qatar es una monarquía absolutista, no parlamentaria. Pero es una monarquía absolutista flexible". Amnistía Internacional denuncia que Qatar no condena la violencia machista. Si bien, tanto Unicef como la Unesco -que tiene una oficina en Doha- tienen programas especiales en el país. Qatar organizará el Mundial 2022, candidatura que promocionó el propio Pep Guardiola, ex jugador de un equipo qatarí.