"Me gusta ser un entrenador de títulos"
Mourinho aprovecha la ocasión para responder a Cruyff, que le acusó de pensar en los trofeos más que en el juego
Le preguntaron si la Copa que acababa de conquistar su equipo representaría un cambio histórico, un hito en la tendencia anímica un poco entristecida que acusa la hinchada madridista. "No lo sé", dijo, como distraído, como intentando recuperar la concentración y apartar de su mente pensamientos confusos. "No puedo decirlo", repitió, antes de comenzar a pensar en sí mismo. En las consecuencias que esta Copa tendría, no para el Madrid sino para él como individuo. "Ganar títulos es siempre ganar títulos", dijo. "Siempre bueno. Hace pocos días alguien [en referencia a Johann Cruyff] dijo que yo era un entrenador de títulos, no de fútbol. ¡Gracias! Me gusta ser un entrenador de títulos. En mi opinión hemos hecho el trabajo bien. Estoy orgullosos de la gente, de los jugadores, de la afición, y de mí mismo. Porque he ganado cuatro Copas en cuatro países diferentes. En Portugal, Inglaterra, Italia y España...".
Mourinho añadió otro trofeo a su fabulosa colección, esta vez, conduciendo al equipo que ha hecho la inversión más grande en la historia del fútbol en fichar jugadores: más de 500 millones de euros en los últimos cuatro años.
El portugués, de 48 años, ya suma 19 trofeos entre Ligas y Copas locales e internacionales. La suya es una lista única en la historia del fútbol. Un número que certifica su habilidad para afrontar competiciones de toda clase. El próximo miércoles le espera la semifinal de la Liga de Campeones, otra vez contra el Barça. "Lo que va a pasar en Champions no tiene nada que ver con lo de esta noche", dijo. "No nos deja ni por arriba ni por abajo".
A la hora de analizar la final, el técnico expuso una cronología. "Es difícil mencionar un solo detalle determinante porque ha habido muchos detalles importantes", opinó. "Ha sido un partido igualado sin ser igualado. En el primer tiempo nosotros fuimos mejores, y en el segundo tiempo ellos fueron mejores. El partido pudo cambiar principalmente con un balón de Pepe que... Yo vi el balón dentro. Alguien lo sacó [pegó en el palo]. En el segundo tiempo ellos jugaron mejor y Casillas respondió muy bien. En el minuto 90 Pinto hizo otra gran parada ante un disparo de Cristiano. Se cometieron pocos errores, se vio a gente seria jugando, a gente concentrada, a gente que sabía lo que tenía que hacer. En la prórroga nosotros fuimos compactos, pero nos cansamos físicamente. Ellos al final se cansaron mentalmente. Tuvieron un poco de frustración por no tener tanto éxito como están habituados a tener. El equipo que marca es el que psicológicamente se queda por arriba".
Mourinho aprovechó su posición ganadora para sostener que renegar de la posesión de la pelota en ciertos momentos también puede ser algo hermoso y satisfactorio en este juego. "Podemos no estar todos de acuerdo", dijo. "Mi opinión es que fue un gran partido de fútbol. Hay gente para la que un gran fútbol equivale a una gran posesión del balón. Para mí, un buen partido de fútbol es una gran posesión, una buena cobertura de espacios zonalmente, lanzar buenos contragolpes, tener intensidad defensiva...".
"Yo me limito a trabajar, a hacerlo lo mejor posible", reflexionó el entrenador, que concluyó que el trofeo le da tranquilidad y le salva de la amargura, pero no le proporciona felicidad. "El título es mío y de todos. Con tantos años de fútbol, los títulos no me va a dar más tranquilidad. Ganar el título de la Copa del Rey que el Madrid no ganaba desde hacía muchísimo tiempo es bonito. Nada más que bonito. Pero mi trabajo en el Madrid no tiene que ver con títulos. Tiene que ver con cambiar cosas funcionales en la estructura del club y en la mentalidad de la gente. Yo estoy tranquilo. La única diferencia si hubiera perdido es que ahora estaría triste".
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