La exigencia del Bernabéu

Líder, con tres puntos de ventaja sobre su eterno rival, a pesar de haber jugado un partido menos. Imparable en casa, donde no ha dejado escapar ni un solo punto en lo que va de Liga. Y ante el Barcelona más débil a domicilio de los últimos tiempos. Hacía mucho que el Real Madrid no encaraba el primer clásico del curso desde una posición tan cómoda. Con más llegada y puntería que los azulgrana, más dominadores, los blancos tratarán de aprovechar el impacto del factor campo para conservar el liderato.

Dadas las trayectorias de los dos equipos en la Liga, el terreno de la disputa se antoja como una de las principales ventajas para el equipo de José Mourinho en el partido del sábado. Los blancos lo han ganado todo en el Santiago Bernabéu (Getafe, Rayo, Betis, Villarreal, Osasuna y Atlético), mientras que los de Pep Guardiola, que nunca ha perdido como técnico en el campo del Madrid, solo se han impuesto dos veces a domicilio (Sporting y Granada). Los azulgrana empataron ante la Real Sociedad, el Valencia y el Athletic, y cayeron contra el Getafe en su última salida.

Pero hay otro dato igual de preocupante para los culés, y es que mientras que en el Camp Nou han marcado 39 goles y no han encajado ninguno, lejos de Barcelona solo han anotado ocho dianas y han recibido siete. El Madrid, otra máquina de golear, ha anotado en el Bernabéu 28 de sus 49 goles. La sequía de los azulgrana como visitantes la simboliza a la perfección su máximo artillero. Leo Messi, que perfora las redes a ritmo de récord en el Camp Nou, solo ha marcado como visitante uno de sus 17 goles. Mientras, Cristiano, que ha rematado cuatro veces más que él (87) a pesar de haber jugado un partido menos, ha distribuido más su acierto: ha conseguido en casa nueve de sus 17 dianas.

El acierto anotador de los dos grandes del fútbol español es el fruto de una actividad ofensiva frenética. Los dos han protagonizado cerca de 1.800 jugadas de ataque en lo que va de Liga. En el caso del Madrid, estas se han traducido en una media de 18,1 disparos por encuentro, mientras que el Barça tira en 17,2 ocasiones por choque. No obstante, aunque las cifras revelan una intensidad similar en los frentes ofensivos blanco y azulgrana, las estadísticas revelan que los dos equipos atacan de forma diferente. El Barça, cuya posesión media en lo que va de temporada se ha elevado hasta el 72,5% (71,2% lejos del Camp Nou), ha firmado muchas más jugadas de ataque en las que han participado entre seis y 11 jugadores: 680, por 478 del Madrid. Por el contrario, los blancos, con una posesión media del 63,8% (que crece hasta el 64,5% en casa), apuestan por ataques más directos, como demuestra su predominio sobre los azulgrana en el número de jugadas ofensivas en las que han intervenido cinco o menos jugadores. El conjunto de Mourinho, además, recurre con más frecuencia a los centros al área.

El elevado porcentaje de posesión del Barcelona responde en buena medida a la frecuente apuesta de Guardiola en este curso por el 3-4-3, si bien no es seguro que el técnico vaya a recurrir a este esquema en el clásico. El hombre de refuerzo en el centro del campo se traduce en una media de casi 800 pases por partido, frente a los 636 del Madrid. Los azulgrana, de hecho, han dado más pases fuera del Camp Nou, 4.673, que los blancos en el Bernabéu, 3.947. También ha dado muchos más pases el cerebro azulgrana, Xavi (1.555), que el madridista, Xabi Alonso (1.204), a pesar de que este último ha jugado 109 minutos más. El centrocampista blanco, por otra parte, ha protagonizado muchas más recuperaciones que su homólogo culé (118 por 45).

Indiscutibles dominadores de la pelota, los azulgrana utilizan la posesión como arma defensiva. Su guardameta, Víctor Valdés, se ha enfrentado solo a 5,4 disparos rivales por partido (suma 1,5 paradas de media), mientras que Iker Casillas, portero blanco, ha recibido una media de 9,7 remates (2,7 paradas por choque). La gran mayoría (89 de 136), eso sí, han llegado fuera del Bernabéu. El Madrid, obligado por su menor posesión, recupera casi cinco balones más por encuentro que el Barça, aunque también comete dos faltas más y ha visto un total de 32 tarjetas amarillas (solo 10 en casa) y dos rojas, por 27 amonestaciones para el Barça (12 como visitante) y ninguna expulsión.