Un bronce que sabe a oro
La selección española de baloncesto femenino gana a Bielorrusia y acaba tercera. Es la primera medalla mundial de su historia
Decía Sancho Lyttle antes de empezar el campeonato que ella no era la salvadora de nada, que no se podía pretender que ella sola se trajera el Mundial a casa. Al final no se ha traído un trofeo, las chicas de José Ignacio Hernández consiguieron ayer la medalla de bronce en el Campeonato del Mundo de baloncesto femenino tras vencer a Bielorrusia (77-68). Es la primera vez en la historia que la selección española sube a un podio intercontinental y coincide con la llegada de la jugadora caribeña, que voló desde la final de la WNBA, que perdió con Atlanta contra Seattle, hasta el Mundial de la República Checa con unas horas de escala en Madrid.
Ayer, con 22 puntos y jugando infiltrada por la lumbalgia aguda que le impidió acabar el partido contra Francia y jugar el sábado ante EE UU, fue la máxima anotadora del encuentro. Acaba el Mundial como la segunda jugadora con mayor número de puntos (18,4 de media por partido). "Sancho ha sido la piedra angular sobre la que se ha sustentado toda la selección. Ella sola no hubiera podido ganar la medalla de bronce, pero sin ella hubiera sido muy difícil lograrlo", reconoce un feliz José Ignacio Hernández al teléfono. Para el técnico, que añadió ayer un bronce mundial a la plata y los dos oros europeos que llevaba con la selección cadete, la tercera plaza era el objetivo.
ESPAÑA 77 - BIELORRUSIA 68
España (28+13+21+15): Marta Fernández (4), Torrens (19), Amaya Valdemoro (16), Montañana (12), Lyttle (22), Lima (2), Palau (2), Nicholls (-) y Martínez (-).
Bielorrusia (15+19+19+15): Dureika (3), Verameyenka (20), Anufryienka (9), Marchanka (5), Leuchanka (14), Tarasava (-), Likhtarovich (2), Trafimava (8), Kress (7) y Troina (-).
Árbitros: Roberto Chiari (ITA), Felicia Andrea Grinter (USA) y Ivo Dolinek (CZE). Sin eliminadas.
Incidencias: Partido por el tercer y cuarto puesto del Mundial disputado en el KV Arena de Karlovy Vary.
"El nivel de entrega y de juego que ha exhibido Sancho en el torneo es increíble, sobre todo por el poco tiempo que ha tenido para entrenar con el grupo. Ha demostrado un gran compromiso", dice Betty Cebrián, para quien la medalla de ayer trajo muchos recuerdos de una noche de 1993 en Perugia. Fue entonces cuando las Cebrián, Mújica, Ares y compañía consiguieron el título que, hasta ayer, presidía las vitrinas del baloncesto femenino español: el oro en el Europeo de Italia en 1993.
Desde entonces, han llegado cuatro bronces europeos y una plata, además de numerosos oros en categorías inferiores. Cebrián, que trabaja en la Federación Española de Baloncesto, llama la atención sobre la evolución en los últimos 20 años del deporte que más mujeres practican en España. "Cada año aumentan en 10.000 las licencias de juego. Este año se ha llegado a las 132.440. Quizá por eso la selección ha llegado tan lejos precisamente ahora". De un octavo puesto en el Mundial de 2006 a un tercero en 2010. "La clave, más allá de la llegada de Lyttle está en la mezcla de dos generaciones", añade.
Esa unión la representan los dos vértices de la selección, Alba Torrens (21 años) y Amaya Valdemoro (34), segunda y tercera máximas anotadoras del partido de ayer, respectivamente. Torrens, algo tímida en los primeros partidos del torneo, demostró ayer por qué fue nombrada este año Mejor Jugadora Joven de Europa. Con 19 puntos, la alero del Perfumerías Avenida jugó de cara al aro, con el desparpajo propio de quien fue elegida con el 36 del draft en 2009 y que renunció a saltar el charco para centrarse en la selección. La decisión le ha valido un bronce europeo y uno mundial con la absoluta y una plata europea con la sub 20.
Muchas son las similitudes entre la incipiente carrera de Torrens y la ya consolidada de Valdemoro, la referencia del baloncesto femenino en España. La alero del Rivas demostró que quien tuvo retuvo, y que a sus 34 años todavía le quedan sorpresas que dar en el mundo del baloncesto. Una muestra, el partido de cuartos contra Francia. "Soy una afortunada por haber podido aprovechar esta oportunidad para ganar una medalla mundial y por haber disputado partidos como el de Francia, que pasarán a la historia", dice Valdemoro mientras degusta un aperitivo de jamón en los pasillos del hotel de la selección en Karolvy Vary.
Respecto a ese bronce que suma a un palmarés con tres anillos de la WNBA, ocho Ligas, ocho Copas del Reina, una Euroliga, además de tres bronces y una plata europea con la selección; Valdemoro lo tiene clarísimo: "Este bronce sabe a oro. Hemos hecho un gran campeonato, nos llevamos medalla y encima nos vamos con la tranquilidad de que ganamos por 20 a las segundas [por el partido en la fase de grupos que España venció a la República checa por 77 a 57]". Eso sí, de retirarse "nada", que aún le falta una medalla olímpica.
Octavo título para Estados Unidos
AGENCIAS.- Estados Unidos ha recuperado la corona mundial del baloncesto femenino al imponerse en la final de República Checa 2010 al conjunto anfitrión por 89-69. El equipo norteamericano fue muy superior de nuevo a su rival y aunque las checas lucharon hasta la extenuación no pudieron repetir la sorpresa de cuartos de final, en los que vencieron sorprendentemente a Australia, defensora del título.
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