La UEFA veta al Mallorca

El Mallorca está inmerso en un concurso de acreedores, tiene una deuda de 65 millones de euros y desde ayer está vetado para participar en las competiciones europeas. Así lo comunicó anoche la UEFA de manera oficial, tras un día de largas reuniones. Después de amenazar varias veces al conjunto español con retirarle la licencia europea si no enderezaba su cuenta de resultados económicos, el organismo europeo cumplió su castigo por la mala situación financiera del club balear, la misma sanción que hace unos meses ya cumplió con el Portsmouth, inglés, a quien también cerró las puertas de la próxima Liga Europa -en su caso, por una deuda de 136 millones de euros-.

El club mallorquín fue derrotado sobre el papel después de entrar en la ley concursal y quedó descalificado por el comité de Control y Disciplina del organismo que preside Michel Platini, que cuestiona el futuro de la sociedad deportiva a causa de su fragilidad financiera. "Basándose en la revisión de los expertos, el club no cumple los criterios de admisión necesarios... y no ha cumplido sus obligaciones", explicó la UEFA en un comunicado. El Mallorca aseguró que dicho organismo "no ha ofrecido argumentos jurídicos", y dispone ahora de tres días para recurrir contra una decisión "del todo sorprendente en el fondo y en la forma". Lorenzo Serra Ferrer, accionista mayoritario del club desde hace menos de un mes tras adquirir el paquete accionarial que estaba en manos de Mateo Alemany por unos dos millones de euros, habló de "gran injusticia". "Recurriremos ante todas las instancias y hasta las últimas consecuencias", apuntó Serra Ferrer a este periódico.

La entidad tiene tres días para recurrir ante una decisión "sin argumentos jurídicos"

El club cree que paga también sus malas relaciones con la federación española

La situación económica del Mallorca fue cuestionada por el Villarreal (el club que puede ocupar ahora su plaza, ya que fue séptimo en la pasada Liga: quinto fue el Mallorca, y sexto el Getafe) y por el Athletic, que reclamó ante la federación española una deuda de 1,8 millones de euros por el traspaso del delantero Aduriz. El agujero de 65 millones, una deuda acumulada entre los pagos a Hacienda, la Seguridad Social y las fichas de los futbolistas, llevó ayer a la UEFA a una decisión insólita entre los clubes españoles. Y que sirve de alerta roja para otros conjuntos europeos que sufran también problemas económicos y pretendan acudir a Europa.

El 14 de mayo, sin embargo, la Federación Española otorgó al Mallorca la licencia UEFA que el organismo europeo anula ahora. La juez que controla el concurso de acreedores advirtió a la federación que no podía negar la licencia porque era un capital del Mallorca, un bien que afectaba a la masa económica, al patrimonio de la sociedad. Pero la UEFA ha pasado por encima de esas razones.

Los administradores concursales verifican el tráfico económico y las decisiones de la entidad. Serra Ferrer ejerce de vicepresidente mientras que Michael Laudrup es el nuevo entrenador después de que los administradores judiciales aprobaran su fichaje. La familia Nadal también participa del proyecto. El nuevo Mallorca está presidido por José Pons, ex embajador español en Viena, quien inició una mediación preventiva ante Ángel María Villar, el presidente federativo, y Platini. Sin resultados. El Mallorca no figura en la directiva del fútbol español a causa de las heridas abiertas por la frustrada candidatura crítica a la presidencia de la federación por parte de Mateo Alemany, anterior gestor. Ahora la entidad cree que ha pagado los platos rotos por aquellos enfrentamientos. El lunes pasado, la UEFA advirtió que revisaba la licencia, pero semanas antes ya había olvidado al club entre los participantes de la competición.

La masa social mallorquinista, con menos de 15.000 socios, pretende efectuar la semana próxima una movilización callejera de protesta. En la página web del club se acumulaban ayer las quejas aún antes de que fuera oficial la exclusión. El Mallorca se temía lo peor. Y la UEFA confirmó todos sus temores.