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Reportaje:Camino a Suráfrica 2010

Ríe Portugal, lloran Rusia y Ucrania

El conjunto luso elimina a Bosnia - Eslovenia deja sin Mundial a Hiddink después de tres consecutivos y a Arshavin - Grecia frena a Shevchenko - Apuros del Uruguay de Forlán ante Costa Rica

Jordi Quixano

Portugal sufrió en la fase clasificatoria, pero no tembló en Bosnia en la vuelta de la repesca (0-1). Grecia se impuso en la fría Ucrania (0-1) y dejó sin Mundial a Shevchenko. Eslovenia dio la campanada ante la adinerada Rusia de Hiddink y Arshavin (1-0). Y Uruguay pasó apuros al final ante Costa Rica (1-1). Incluso hubo una trifulca entre el banquillo costarricense y un equipo de televisión.

- Bosnia, 0; Portugal, 1. Se le presumía a Portugal un duelo rocoso en Zenica, en el pequeño e infernal estadio de Bilino Polje. Pero, como los equipos grandes, sin titubear en los momentos comprometidos, completó un partido tan sobrio como efectivo. El tanto de Meirelles (0-1), demoledor con sus llegadas desde la segunda línea, certificó el pase. Bosnia se queda sin el caramelo, sin clasificarse por primera vez para un Mundial. Condicionada como estaba por el resultado de la ida (1-0 a favor de Portugal), Bosnia no podía tirar las líneas hacia delante porque un tanto luso le condenaba a meter tres, tarea ardua ante la excelente y contrastada defensa portuguesa. Bien lo sabía el equipo de Queiroz, que se empleó a fondo en la fase defensiva, pero que no envió a todos sus efectivos en los contragolpes. Portugal carece de un delantero centro resolutivo. Pero estaba Meirelles, que recogió un pase de Nani y, libre de marcaje, remató cruzado a gol. Hachazo para Bosnia. Billete para Portugal.

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- Eslovenia, 1; Rusia, 0. En Maribor se desató una algarabía tremenda por la segunda clasificación de Eslovenia. Dedic puso el pie derecho y no falló. Un gol que tumbó a los petrodólares de Rusia (0-1). Estrepitoso fracaso del equipo de los zares, con grandes nombres como Arshavin, nóminas y esperanzas. Eslovenia, que las pasó canutas en Moscú (perdió por 2-1), mermó el ánimo ruso consciente de que un error le haría penar cuatro años. Así ocurrió.

Con las líneas apretujadas, un poco adelantadas y sin prisas por construir, Eslovenia no tiritó y cercó a Rusia, más temblorosa y poco presente en el área rival. Le costaba, sin embargo, definir. Hasta que un centro de Birsa se envenenó por la rosca hacia dentro. Entre la abigarrada defensa rusa apareció de la nada Dedic, que puso un pie ante la incredulidad rival y la vista de Akinfeev, estatua de hielo. El equipo de Guus Hiddink, estratega sensacional, cayó cuando lo tenía todo a su favor para ganar. El holandés no irá al Mundial tras haber estado con la selección de su país en el de 1998, con Corea del Sur en el de 2002 y con Australia en el de 2006.

- Ucrania, 0; Grecia, 1. Las manoplas de Tzorvas lo pararon todo y fundieron el ímpetu de Ucrania, de defensa aseada, media tan musculosa como ingeniosa y delantera desbravada. Grecia, vencedora por 0-1, se clasificó, lo que no lograba desde Estados Unidos 1994. Mientras los helenos mantearon a su técnico, el alemán Otto Rehhagel, a escasos metros lloraba Shevchenko, referente mundial en la última década y despedido de su última oportunidad de participar en el torneo. Ucrania, favorecida por el frío, se plantó en el farragoso estadio de Donbass (Donetsk) con la idea de arrinconar a Grecia. La historia le debía una. Siempre había igualado los partidos de repesca como local (frente a Croacia para Francia 1998 y ante Alemania para Corea y Japón 2002) y cosechó en Atenas un empate (0-0) esperanzador. Pero anoche Samaras lanzó un pase perfecto a Salpingidis, que cruzó el balón a la red.

- Uruguay, 1; Costa Rica, 1. Tras vencer en San José (0-1), el Uruguay de Forlán salvó la papeleta ante Costa Rica con un empate (1-1: Abreu y Centeno) en Montevideo. Con su clasificación, todos los campeonas mundiales alguna vez estarán en Suráfrica.

Guus Hiddink (a la izquierda), pensativo en la banda.
Guus Hiddink (a la izquierda), pensativo en la banda.REUTERS
Alves, saltando, y Pepe festejan el triunfo de Portugal.
Alves, saltando, y Pepe festejan el triunfo de Portugal.AFP

Argelia toca el cielo

El portero Chaouchi gritaba sentado en el larguero, Halliche alzaba los brazos a lomos de Matmour, Belhadj rezaba arrodillado en el suelo... Todo el equipo argelino, extasiado, celebró con tremendo alborozo el triunfo (1-0) sobre Egipto en el partido de desempate y la clasificación para el Mundial por tercera vez en su historia, tras España 1982 y México 1986.

Las nubes de humo entelaban el escenario, las banderas se multiplicaban, los insultos no cesaban, la policía cargaba si era necesario y el ambiente, enfervorizado y eléctrico, aumentaba los decibelios a cada segundo. El estadio sudanés Al Merreikh, en Jartum, estaba al rojo vivo dos horas antes del partido. "¡Uno, dos y tres. Argelia!", gritaban los fennecs, que repletaron las gradas con banderines argelinos. Los egipcios replicaron con una colosal bandera de su país. El alboroto del Al Merreikh fue superlativo. Entre otras razones, porque entraron más aficionados de los permitidos. Sólo así se entiende que no hubiera hueco alguno (la FIFA redujo por seguridad el aforo de 41.000 a 35.000 espectadores), que cientos estuvieran colgados en los alerones de las tribunas y que el anillo exterior del terreno de juego estuviera repleto de gente. Fuera del estadio no variaba la cosa. A los miles de policías les envolvieron unos 5.000 argelinos y otros 2.000 egipcios. Hubo pequeños altercados, rebajados por las cargas policiales.

El juego sobre el césped resultó igual de tosco, interrumpido a cada segundo. En una falta lejana, a la altura de la divisoria, Argelia cimentó su triunfo. El balón se dirigió al segundo palo, donde entró Yahia sin oposición y soltó un zapatazo que rebotó en el larguero antes de reposar en la red. Egipto, desbocado, adelantó sus líneas, pero no se repitió el milagro de El Cairo, cuando marcó en el descuento. Argelia, al fin, embalsamó a Egipto y sacó su billete para Suráfrica.

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