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Entrevista:ROBINHO | Delantero del Manchester City

"El Madrid paga una mala planificación"

Ahora exhibe en Inglaterra el mismo orgullo de futbolista atrevido, la confianza en sí mismo y el talante competitivo que un tal Pelé atisbó en la cantera del Santos y que paseó por Chamartín durante tres temporadas. Su divorcio con el club madrileño es, por forma y por fondo, uno de los factores capitales para analizar la actual crisis blanca. Tras flirtear con Cristiano Ronaldo, se fue Robinho (São Vicente, Brasil; 1984), el jugador más desequilibrante del Real Madrid, y nadie llegó en su lugar.

Robinho atiende por vía telefónica a EL PAÍS, desde Manchester, reafirmándose en los motivos que le llevaron a cambiar el Real Madrid por el City, el equipo inglés que le ha acogido como bandera de un ambicioso proyecto de futuro que en la Premier no ha arrancado con resultados positivos pese a las notables actuaciones del brasileño, que ya ha anotado nueve goles.

"Calderón no entiende nada de fútbol, no tiene ni idea, ni sabe lo que es"
"Como los directivos no fueron correctos conmigo, yo tampoco lo fui con ellos"
"Me sorprendió que en el Camp Nou el Madrid pensara tanto en defenderse"

Pregunta. ¿Pudo ver el Barcelona-Real Madrid?

Respuesta. Por supuesto. Un clásico, un partidazo. El Barcelona está jugando francamente bien, pero yo pensaba que el Madrid era capaz de ganar, porque el equipo no se rinde nunca. Creí que Drenthe iba a hacer ese golito... pero falló.

P. ¿Y cómo vio a sus antiguos compañeros?

R. Me duele que estén sufriendo porque atraviesan una situación complicada. Me sorprendió ver marcajes individuales y que pensaran tanto en defenderse, porque el Madrid siempre mira hacia delante. Pero estaban en una situación muy difícil.

P. ¿Qué destacaría del Barça?

R. Me encantó Yayá Touré, que jugó un partidazo. Y Messi... ¡Madre mía! ¡Qué fenómeno! Y eso que le pegaron muchísimas patadas. Pero eso es parte del fútbol. Él las encajó bien y marcó un golazo.

P. Hace casi cuatro meses que el Madrid le traspasó al Manchester City. ¿Cómo recuerda con esa perspectiva todo lo que ocurrió el pasado verano?

R. No me arrepiento de nada de lo que hice y sigo con las mismas ideas en la cabeza. El Madrid es un grande, un equipazo, y con una afición guapísima de la que siempre tendré grandes recuerdos, pero no me arrepiento de haberme marchado.

P. El presidente Ramón Calderón llegó a justificar su traspaso por "razones de índole humana".

R. No me importa nada lo que diga un directivo como él. Aparte de que no entiende nada de fútbol, a mí sólo me preocupan los aficionados que van al estadio y comprenden el juego. Y Calderón no sabe ni lo que es el fútbol.

P. Desde la dirección deportiva del Madrid se le señaló a usted como un individualista que sólo pensaba en el dinero.

R. Si yo pensara exclusivamente en el dinero llevaría años jugando en Arabia o en Japón. Yo estaba centrado en el Madrid, pero me consideraron una moneda de cambio. Y como los directivos no fueron correctos conmigo, yo tampoco lo fui con ellos.

P. ¿Cree que el club está pagando ahora sus errores de planificación?

R. ¡Claro que los está pagando! Un club grande como el Real Madrid, que este verano no fichó a casi nadie para equilibrar la plantilla mientras salen jugadores como fue mi caso, difícilmente puede mantener un nivel alto. Ahora puede fichar en enero, pero en el fútbol de hoy, si no se planifican bien las cosas, es complicado mantenerse en primera línea mucho tiempo.

P. ¿Cómo va su adaptación a un fútbol tan distinto?

R. Es un fútbol vertiginoso. Se juega con una velocidad tremenda. Al frío ya me acostumbré. Es más complicado jugar con lluvia. Pensaba que adaptarme sería más difícil, pero por las patadas. Al principio me sorprendió que los árbitros no pitaran ni falta ante patadas animales, realmente increíbles. Pero, pese a lo mucho que me pegan, estoy jugando bien, y ya he marcado nueve goles. Y el ambiente en los estadios es bellísimo. En España la afición acude al fútbol como quien va al teatro. Aquí un córner se celebra como si fuera medio gol.

P. ¿Y el idioma? ¿Cómo va su inglés? ¿Entiende esos cánticos enfervorizados que le llegan desde la grada? Gritan con orgullo We've got Robinho!

R. My english... eeeeh... more or less (risas). Más o menos. Voy mejorando. A los aficionados los entiendo bien porque escucho hip-hop. Hablar bien en inglés es un poco más difícil.

P. Su equipo, el Manchester City, está al borde de los puestos de descenso en la Liga pero es líder destacado de su grupo en la Copa de la UEFA.

R. Estamos bien en la UEFA, una competición muy difícil. Espero recuperarme plenamente de mi lesión de tobillo y jugar ante el Racing en Santander

mañana. Quiero volver a estar igual de bien que en los primeros meses en Manchester. En la Liga tenemos mucho que mejorar.

P. Hace unas semanas, tras una derrota, usted reclamó más mentalidad ganadora por parte de su equipo, y que abandonara complejos de inferioridad. ¿Cómo analiza la plantilla del City?

R. La plantilla es buena, tiene calidad, pero nos falta todavía mucha cohesión. Pese a los últimos resultados, mi equipo tiene grandes jugadores. Pero tenemos que querer ganar siempre, ante cualquier rival. Nunca tenemos que estar contentos con un empate. Y a mí no me gusta nada perder.

P. Su entrenador, Mark Hughes, tiene fe ciega en su capacidad desequilibrante y su carácter inspirador, pero pide tiempo para formar un equipo mejor.

R. En Brasil si un equipo no va bien se cargan al entrenador enseguida. Aquí es diferente, hay un proyecto a medio plazo y eso es bueno. Hughes está luchando para armar un buen equipo. Y ojalá lo consiga esta misma temporada con la ayuda de los fichajes que vamos a tener en enero. Y sin menospreciar nunca a los jugadores que ya están en la plantilla, que están trabajando mucho.

P. Esta semana se cumplen seis años de aquella final del campeonato brasileño Santos- Corinthians, el partido en el que se proclamó campeón tras aquellas famosas pedaladas que forzaron un penalti que usted transformó. Luego dio dos asistencias. Una actuación inolvidable.

R. Fue uno de los mejores días de mi vida. Sólo tenía 18 años y desde entonces me han pasado muchas cosas. He cambiado de club dos veces, he ganado títulos con el Madrid y con la selección... Ahora hay que seguir creciendo.

Robinho celebra un gol con el Manchester City al Chelsea.
Robinho celebra un gol con el Manchester City al Chelsea.ASSOCIATED PRESS

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