MVP Gasol

La afición ruge en la grada del Staples Center de Los Ángeles. La novedad: no es Kobe Bryant el destinatario de los piropos. Esta vez, el público californiano, desde Jack Nicholson y la corte de celebridades a pie de pista hasta los chicanos y afroamericanos que llenan a rebosar el gallinero, cerca de donde cuelgan las pancartas que dan fe de los 16 anillos de la franquicia..., todos, puestos en pie, premian la calidad y la entrega de Pau Gasol. Los números hablan por sí solos. Ha salido disparado como un cohete en la temporada recién iniciada. No hay jugador en la NBA capaz de discutirle su supremacía estadística: 24,1 puntos; 10,9 rebotes; cinco asistencias, y 1,4 tapones de media en las siete victorias en otros tantos partidos cosechadas por los Lakers, cierto que con un calendario benévolo.

Jackson siempre le pica. Hasta dijo que habría sido mejor fichar a su hermano, Marc

Los reconocimientos le llegan al pívot español desde todos los ámbitos. Empezando por Phil Jackson, su exigente entrenador, el mismo que le pica cada dos por tres con sus ácidos comentarios; el mismo que, dada la baja de Andrew Bynum y ya que la operación de rodilla de Bryant no queda lejos, le exprime haciéndole jugar casi todos los minutos (38 de media) incluso en partidos resueltos. Un ejemplo: contra Memphis, faltando cinco minutos y con 112-93, le devolvió a la cancha. "Preguntad a Phil", respondió Pau al serle planteada la cuestión; "yo no me habría puesto otra vez a jugar. Pero soy un profesional y sigo sus órdenes". Jackson ya había cumplido su machacona tesis: hay que picarle para que rinda más. En la pretemporada dijo que parecía que estuviera aún de vacaciones. Luego, deslizó que tal vez se equivocaron al ficharle y traspasar los derechos que poseían sobre su hermano: "Marc es más duro y poderoso. No tiene su tiro, pero su defensa y su capacidad para el rebote es muy buena". Esos dardos ya no inquietan a Pau, que replicó: "No creo que realmente piense eso, pero siempre está pinchando".

Tras la última actuación de Pau, con el cuarto triple doble de su carrera -20 puntos, 14 rebotes y 10 asistencias en la victoria sobre Portland por 121-96-, hasta Jackson se rindió a la evidencia. También Bryant, que ya le presta los galones de líder sin problemas y no se molesta por que lance más tiros que él, algo insólito hasta ahora. "Pau es una bestia", resumió tras su duelo Brandon Roy, la figura de los Blazers.

Un factor que contribuye al difícil paso adelante dado por Gasol, que ya ha ganado dos anillos y ha sido tres veces all star es su pletórico momento de forma física. Mucho tiene que ver en ello su renuncia a disputar el reciente Campeonato del Mundo. Su preparador personal, Joaquín Juan, trabajó con él este verano allá donde estuviera: en Barcelona, en Turquía, en Benidorm: "La clave es que ha podido recuperarse del agotamiento de varios años en los que enlazó sus exigentes compromisos con la selección española y con los Lakers, con los que ha disputado más de 100 partidos las dos últimas temporadas. Eso le permite estar físicamente más entero. En vez de trabajar para recuperarlo del esfuerzo de todo el año, hemos podido trabajar sobre todo su resistencia aeróbica, un aspecto en el que no se puede insistir en la NBA por falta de tiempo. Allí se va ganando esa resistencia con el día a día, con los partidos. Ese trabajo específico le permite jugar más minutos y llegar más entero a los finales. Pero no hay que sacar pecho. Esta es una carrera larga y donde tendrá que estar mejor será en los playoffs. Ahora le están apretando mucho, pero debe estar al servicio del equipo y, como siempre, lo está".

A sus 30 años, Gasol persigue un sueño tal vez imposible, pero, por ahora, ya ha conseguido que no suene a utópico: convertirse en el segundo MVP (jugador más valioso) europeo en la NBA, algo solo logrado por el alemán Dirk Nowitzki en 2007. De momento, sus números son los mejores, superando los de Bryant, LeBron James, Kevin Durant, Dwight Howard, Dwyane Wade y toda la corte de estrellas.