"Creí que me estaba ablandando"
En el Giro se cayó unas cuantas veces, pinchó, se arrastró, sufrió, y acabó octavo. Apenas con tiempo para recuperarse, y con la moral aún tocada, la mentalidad realista, Carlos Sastre, de 35 años, afronta desde mañana el Tour, la carrera que le hizo grande cuando la ganó, hace un par de años. Parte sin excesivas esperanzas, lo que, tratándose de Sastre, no significa mucho.
Pregunta. ¿Qué espera del Tour?
Respuesta. Un Tour abierto. Y Armstrong. Sinceramente he de admitir que era de los que dudaban que Armstrong volviera a acercarse al nivel que tuvo en su esplendor, y en la Vuelta a Suiza ha demostrado que aparte de un gran nivel mantiene la inteligencia que ha tenido siempre. Corredores jóvenes que siguen progresando, adquiriendo experiencia, y que no se lo pondrán fácil a nadie, son fuertes, son potentes, tienen calidad. Todo eso hará del Tour una bomba.
"He corrido el Tour con una costilla rota. Sé lo que es sufrir en una bicicleta"
P. ¿Contador?
R. Es un favorito claro. Y lo suficientemente sensato para saber lo que cuesta ganar. Todos cargarán la presión sobre él para buscar que sea el primero que cometa un error o para machacarlo si falla, que ojalá no sea así. No lo va a tener sencillo, pero es un corredor, jopé, que en contrarreloj es casi el mejor y en montaña marca diferencias de verdad. Alberto tiene muchos requisitos a su favor, pero el resto de equipos se lo van a intentar complicar. Muchas veces no gana una carrera el más fuerte, sino el que mejor controla todas las circunstancias de carrera. Hay que ser prudentes y Alberto tiene prudencia, mucha.
P. ¿Sastre?
R. El equipo conmigo tiene sus dudas, y es normal. Me he recuperado a última hora, pero sigo arrastrando una lesión. Así que el equipo va a apostar por Thor Hushovd, un equipo potente para el maillot verde y victorias de etapa. Yo, si antes era prudente, ahora más aún, y más sensato. Voy a ir a disfrutar de la carrera. Quiero salirme de las grandes batallas porque, sinceramente, creo que hay gente que está a otro nivel. He cubierto un ciclo importante. Será quizás el primer año, por la lesión, por no haberlo preparado como quería, que lo afronte de una manera diferente.
P. ¿Volverá a ser el de hace unos cuantos años, el que ganó en Ax con el chupete en el bolsillo?
R. Por mi trascendencia ni me van a dejar meterme en una escapada para intentar ganar una etapa. Si quiero ganar una etapa tendrá que ser cara a los mejores. No puedo perder un día 20 minutos pensando que me van a consentir el día siguiente. Me quito la responsabilidad por entero.
P. ¿Cuánto estuvo sin montar después del último Tour?
R. Dejé la bicicleta hasta diciembre, cinco meses. Sin tocarla. Estaba agotado. Tres años llevaba dedicándome al resto del mundo. Había dado todo lo que tenía dentro, no tenía más.
P. ¿Llegó a pensar en no volver?
R. Con el invierno, suave, que hemos tenido aquí [Ávila], me he subido de nuevo cuando me apetecía montar en bicicleta. Ni me he puesto una pistola ni nada para regresar. Necesitaba hacer un punto y aparte y desconectar. Cuando uno está agotado, o tira del freno o se olvida de la vida.
P. Hay ciclistas, ganadores del Tour incluso, que, cuando se retiraron, enterraron la bici en el jardín, no la querían volver a ver. Cerraron así su relación de amor-odio...
R. Pero la mía es de amor-amor. Todo lo que me ha dado este deporte ha sido muy grande. Me ha ayudado a ser algo en la vida, a superar cosas en la vida, a conocer un montón de cosas de mí que no conocía. Todo lo que me ha dado este deporte, por muchas cosas negativas que se vendan, es muy superior. De cada derrota que he sufrido he aprendido siempre algo. A la bicicleta la tengo que adorar. Estoy esperando para hacerle un museo, no para enterrarla. Cada cosa que he conseguido, sentarme ahí y recordarla. El otro día, mi fisioterapeuta buscaba cómo decirme lo que pensaba sobre mí en el Giro, después de tanta caída, y no encontraba manera. El segundo día que fui a verle me dijo: "Tú, si vieses a un corredor que se ha pegado los golpes que te has pegado tú, que ha tenido todas las averías que has tenido y que termina octavo en la general, ¿qué pensarías de él?". "Yo pensaría que es un puto crack", le dije. Había encontrado la manera de que yo mismo me viera con otros ojos, que diera con la respuesta que necesitaba.
P. ¿Acaso lo dudaba?
R. Yo pensaba que me estaba haciendo blando. Llegó un momento en que pensé que era un blando que no podía soportar el dolor. He corrido un Tour con una costilla rota; sé lo que es tener aquí, en la espalda, un puñal clavado, que por la mañana me tenían que llenar la mano de agujas de acupuntura, todos los nudillos... Sé lo que es sufrir encima de una bicicleta, pero en el Giro pensaba que no. No tenía heridas aparentes, nada más que un corte en la rodilla y en la espalda... Y dudaba, me estoy haciendo blando, este no soy yo. Y mientras, los que estaban cerca de mí, los médicos, me miraban preocupados antes de salir por las mañanas... Los veía preocupados y no sabía por qué. Y blando, sí, y resulta que tenía dos hostias que a lo mejor otro en mi lugar desde Holanda habría venido directamente a casa.
P. ¿Ha recuperado la moral?
R. En esta vida hay que tener paciencia. Quizás no he ganado el Giro, ni he brillado, ni he estado a la altura esperada, pero me he llevado satisfacciones importantes. De todo aprendo. Volví muy fastidiado, dolorido, pero con la tranquilidad de haber hecho lo que tenía que hacer. Me puse en manos de mi gente y aquí estoy, con ganas de correr el Tour de Francia. Me subo en la bici y sigo disfrutando.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.