Qué manía con los cortos

La Academia de Cine hizo la tentativa de desplazar los cortos de la ceremonia de los Goya, pero tuvo que recular ante la presión general, y al parecer no perdonó. En la ceremonia del domingo el portavoz oficial, Corbacho, habló de ellos a regañadientes, con sorna, ridiculizando la demanda de los cortometrajistas de ser considerados cineastas adultos. Dijo Corbacho con retintín y algo de chufla que llegaba el momento más importante de la noche cuando le tocó anunciarlos. Y lo dedicó a cachondearse del tema un espacio de tiempo que más le hubiera valido ceder a los cortometrajistas, anunciándolos con deferencia, y sin juntar en un mismo saco documentales, ficción y animación en una mezcla de churras con merinas. No sé por qué los cortos resultan tan molestos a los académicos españoles.

El formato no sólo sobrevive, sino que se multiplica año tras año

Pero los cortos, erre que erre, no sólo sobreviven, sino que se multiplican año tras año. Nunca se han realizado en España tantos como ahora. Vean, si no, la página web notodofilmfest.com, que está celebrando su VI concurso internacional de cortos. Cerca de 900 piezas de tres minutos están a la espera del veredicto del jurado que, presidido por el cineasta españo Bigas Luna, cuenta además este año con Guillermo del Toro, Javier Fesser, Carles Sans, Manuel Huerga y Pablo Stoll: estos jurados están comprometidos a realizar ellos mismos un corto. Hay que esperar sus trabajos. Merece la pena navegar entre tan amplia oferta. Puede uno tener la suerte de encontrarse con pequeñas joyas, que las hay, aunque también con simplezas graciosillas y, cómo no, con peliculitas pretenciosas. Sánchez Arévalo ganó premios en notodofilmfest.com antes de triunfar con Azuloscurocasinegro, y otros cineastas de su generación se han dado a conocer igualmente en esa página. El mundo del corto bulle. Y no habrá quien lo pare.

Las bromas del presentador Corbacho, tan desafortunadas con frecuencia, asaetaron también a este colectivo de jóvenes, imaginativos unos, chatos de espíritu otros, pero vivos y coleando. Sin embargo, cosas que pasan, resulta que fue un corto el único filme español que contó este año en los premios europeos de cine. Eduardo Chapero-Jackson, ganador por Alumbramiento, de 10 minutos, al recoger su galardón recordó a la Academia española que "si cuida a la cantera se cuidará a sí misma". Pero aquí, como viene siendo habitual, se siguen tirando piedras sobre el propio tejado, cortos y largos. Tanto presentadores de galas, como académicos y algún que otro periodista malinformado.