Contra la crisis, ajuste sin recortes

"Yo no improviso. Yo tengo un guión como Dios manda. Si no, no lo haría". Carmen Machi fue clara y rotunda -además de seria, muy seria- ayer en todas sus contestaciones en la rueda de prensa de presentación de la 23ª gala de los Goya, que se celebra este domingo. Rechazó que la pudieran definir como lotera (alguien que reparte suerte sin llevarse un pellizco): "A mí, que suban al escenario compañeros y gente que admiro, es como si yo misma lo recibiera. Todo será elegante y con glamour". Que no es que vuelva a la tele (aunque eso digan los anuncios de TVE sobre los premios), porque como medió Ángeles González-Sinde, presidenta de la Academia de Cine: "La elegimos como presentadora porque es una de las personas más respetadas de la profesión, y por su trayectoria en cine, teatro y televisión, y no por su Aída, que quizá es lo que menos conocemos de ella".

Otros datos curiosos: Machi llevará cuatro vestidos -"y ocho zapatos"- diferentes de diseñadores españoles; que según el director de la gala, Manel Iglesias -veterano en esta plaza-, será una gala basada en "la sobriedad, la elegancia, la diversión y la agilidad"; no habrá números musicales en sus 135 minutos de duración -empieza a las 21.30 en el Palacio de Congresos y media hora más tarde arranca la retransmisión hasta con subtítulos por La 1- y que los humoristas de Muchachada Nui han preparado unos vídeos-cápsula para la ceremonia. Ernesto Sevilla, en representación de sus compañeros, aseguró: "Enseñan nuestra visión del cine y del ganado vacuno, como todo el mundo sabe tan unido al séptimo arte". Y por la crisis, "no ha habido recorte presupuestario sino un ajuste sin restricciones por la crisis económica", subrayó González-Sinde.

En definitiva, como dice la presidenta, los Goya del domingo "es la fiesta del cine español, el momento de ver a los actores como son de verdad. Y lo mismo con Carmen, que será ella y no sus personajes". Y Machi sonrió.