Los parados se quedan sin cursos de formación, a la espera de presupuesto
La Generalitat ofrece solo cinco programas, frente a los 12.300 de 2010
La adquisición de valor añadido para los parados tendrá que esperar al mes de mayo, hasta la aprobación de los presupuestos de la Generalitat. En 2010, más de un tercio (38,7%) de los 571.160 parados que había en Cataluña cursaron algún tipo de formación ocupacional. En estos momentos acceder a estos cursos es imposible, a pesar de que desde febrero los parados tienen la obligación legal de realizarlos si no encuentran empleo. Los estudios que ofrece la Generalitat de forma gratuita a las personas que pierden su empleo han quedado congelados hasta la aprobación de los presupuestos, prevista para mayo. En la actualidad, la página de Internet del Servicio de Empleo de Cataluña (SOC) ofrece solo cinco cursos: cuatro en la provincia de Girona y uno en la de Barcelona. La cifra contrasta con los más de 12.300 cursos de 2010.
En la actualidad se ofertan cuatro cursillos en Girona y uno en Barcelona
En año pasado, 221.533 parados catalanes siguieron algún curso a través de la oficina de empleo. La oferta se amplió en 2.500 cursos respecto a 2009. Este año, entrado abril, no hay previsiones oficiales sobre qué pasará con los cursos que deberían haber empezado en 2011. Fuentes del Departamento de Empresa y Empleo aseguran que el actual equipo de gobierno "se ha planteado una reforma del modelo ocupacional para parados", pero está por definir en qué dirección. Mientras, no han aclarado qué opciones formativas tiene disponibles el SOC, al margen de las cinco de la página web.
Esta paralización se produce después de que el Gobierno central aprobara en febrero el decreto ley de políticas activas de empleo, que establece, entre otras cuestiones, que la asistencia a cursos formativos sea obligatoria si así lo determinan los servicios de empleo de las comunidades. En el mismo decreto se prevé la mejora de la comunicación de las oficinas de ocupación con el Ministerio de Trabajo, encargado de imponer las sanciones a los trabajadores que se nieguen a seguir los itinerarios formativos trazados por la oficina.
Mientras el departamento asegura estar definiendo las opciones formativas de futuro, los centros públicos y privados que suelen ofrecer estos cursos tienen los procesos de preinscripción a medio gas. Cuentan con poder continuar con la oferta formativa; pero, al no tener asegurada la financiación, no son capaces de definir calendarios ni de dar una respuesta clara a las demandas de información que les llegan. "Lo tenemos todo parado. De momento, solo podemos apuntar a los que llaman interesados y esperar a la convocatoria", afirman los responsables de un centro de estudios de Barcelona que llevaba tiempo ofreciendo cursos subvencionados para parados.
Las personas sin formación tienen muchas más dificultades para acceder a un trabajo. La tasa de desempleo de este colectivo casi triplica la de las los que tienen estudios superiores, según el mapa del paro de Cataluña de 2010, de CC OO. En total, un 27% de las personas sin estudios o con formación primaria están el paro, por encima de la media catalana y superando en mucho el 10,4% de desempleados entre los que cuentan con estudios superiores.
"Los cursos de formación ocupacional son, para muchos, una gran opción para acceder al mercado de trabajo", asegura el analista Salvador Álvarez, socio del área laboral en Cataluña de Price Waterhouse. Los complementos formativos son clave para "aumentar la empleabilidad" de los parados, especialmente de los que carecen de estudios superiores o tienen experiencias en sectores económicos con pocos síntomas de recuperación, según Álvarez.
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