Un neonazi confiesa sin reparos en el juicio sus ideas
Sin reparo. Ramon Bau Pradera confesó ayer ante la Audiencia de Barcelona sus convicciones nazis, al tiempo que se declaraba en contra de la violencia. Así, calificó de "cosa fantástica" el Holocausto judío, pero precisó que no debía repetirse porque fue una "auténtica barbaridad". También se declaró admirador de Hitler, pero no así de sus crímenes. "Cometió un error, que fue perder la guerra", declaró. "Hizo cosas buenas, como proteger a las mujeres embarazadas arias, y otras malas", añadió.
Con evidente desfase de los conocimientos de la historia, el acusado se confesó nacionalsocialista, "pero no como el alemán con monóculo que tortura negros". También confesó su admiración por "la estética nacionalsocialista" y su debilidad por la esvástica.
Bau es el principal de los cuatro acusados que se sientan en el banquillo por difundir ideas genocidas, asociación ilícita y un delito contra los derechos fundamentales, supuestamente cometidos utilizando la tapadera de la librería Kalki de Barcelona. La fiscalía reclama para él penas que suman ocho años de cárcel y se le considera el líder de la organización neonazi Círculo de Estudios Indoeuropeos (CEI).
El acusado no mostró límites al expresar sus ideas, por lo que hubo de intervenir el presidente del tribunal, Josep Maria Pijoan, en diversas ocasiones. "Dejemos a Stalin, que no es pretensión del tribunal juzgar los regímenes políticos", zanjó en un momento el juez, igual que le advirtió de que el juicio "no era una tertulia" y que dijera lo que tuviera que decir en lugar de repetir continuamente a algunas preguntas: "eso lo dejamos para más adelante". El juicio seguirá hoy.
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