Un incendio destapa un bloque ocupado ilegalmente en el Raval

Un incendio espectacular pero de escasas consecuencias -no hubo heridos- destapó ayer la existencia de un bloque de pisos ocupado de forma ilegal en el Raval barcelonés. El fuego se inició a las 18.00 horas, por causas que se desconocen, en el 1º 1ª del número 39 de la calle del Carme, precisamente uno de los pisos en el que residen de forma ilegal jóvenes de origen magrebí. Algunos de estos ocupantes, entre los que hay menores, se dedican a robar en pisos cercanos a través de las azoteas y a cometer pequeños hurtos en el barrio, según la policía.

El fuego fue sofocado en pocos minutos, pero generó gran cantidad de humo en un lugar concurrido (el bloque está muy cerca de La Rambla). Los dos únicos inquilinos que residen de forma legal en el inmueble -un estudiante universitario y una pareja con un niño pequeño- pidieron ayuda desde el balcón, aunque no corrieron peligro. Los ocupantes, en cambio, saltaron por la terraza hacia el bloque contiguo, confirmó una vecina que pidió el anonimato. "Entraron a la brava y les abrí la puerta para que salieran", dijo.

"Me da miedo dejar el piso solo, porque entran a robar. Se llevan lo que pueden. Han destrozado la finca", explicó Camilo, el padre de familia, que ató a su perro con una correa improvisada -el precinto de la Guardia Urbana- mientras esperaba volver a la vivienda. Su hijo fue trasladado con la madre al hospital del Mar porque es asmático y el humo le provocó problemas respiratorios. La opinión de Camilo la ratifica el joven universitario, que también paga alquiler y ha colgado en su balcón una bandera republicana. "Aquí se organizan para robar y nadie les echa", dijo.

El propietario del inmueble, que se presentó a petición de la policía, anda desesperado. Está a la espera de una orden judicial para poder desalojar a los jóvenes, pero afirma que por ahora no hay nada que hacer. "Llegaron hace dos años y hemos hecho de todo. Hemos cambiado las puertas, hemos tapiado entradas... Pero siempre entran", señaló. El hombre aseguró que tres de los siete pisos del bloque están ocupados y añadió que algunos tienen 140 metros cuadrados, pero dijo que no sabe cuántos jóvenes viven allí. Según los vecinos, son una veintena.

Lejos de desaparecer mientras la policía custodiaba la vivienda, los jóvenes mostraron una actitud desafiante y, al final, lograron subir a los pisos para recoger sus cosas e intentar permanecer en ellos. El propietario no salía de su asombro: "¡Es alucinante! No tienen que enseñar ningún papel y, encima, van a quedarse".